jueves, 30 de abril de 2009

Soneto de Lope



Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde, animoso,
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrase alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño,
esto es amor, quien lo probó lo sabe.
LOPE DE VEGA
Rimas Nocturnas
(1602)




miércoles, 29 de abril de 2009

Idea Vilariño

Cuando una boca suave boca dormida
besa como muriendo entonces,
a veces, cuando llega más allá de los labios
y los párpados caen colmados de deseo
tan silenciosamente como consiente el aire,
la piel con su sedosa tibieza pide noches
y la boca besada
en su inefable goce pide noches, también.
Ah, noches silenciosas, de oscuras lunas suaves,
noches largas, suntuosas, cruzadas de palomas,
en un aire hecho manos, amor, ternura dada,
noches como navíos...
Es entonces, en la alta pasión, cuando el que besa
sabe ah, demasiado, sin tregua, y ve que ahora
el mundo le deviene un milagro lejano,
que le abren los labios aún hondos estíos,
que su conciencia abdica,
que está por fin él mismo olvidado en el beso
y un viento apasionado le desnuda las sienes,
es entonces, al beso, que descienden los párpados,
y se estremece el aire con un dejo de vida,
y se estremece aún
lo que no es aire, el haz ardiente del cabello,
el terciopelo ahora de la voz, y, a veces,
la ilusión ya poblada de muertes en suspenso.
Idea Vilariño
Poeta uruguaya
1920 - 2009

lunes, 27 de abril de 2009

Cada uno de tus días

http://www.youtube.com/watch?v=ne3N99W5ciA

Mirando el río una rumbita te escribí
mientras te esperaba,
con el pechito inquieto y alegre,
y un andar de no ser de acá.

De aquí no me moví de tu vértigo mío,
de tu sonrisa vertical,
que misteriosa es una rosa de Hiroshima
y la rumba que hay.

La rumba se ríe, no sabe si es rumba,
será un momento nada más,
de eternidad, de esos que me da.

Todos los días, todos los segundos infinitamente,
la alegría de vivir, el sentido que da la vida vivir contigo.

En el cielo , en el suelo, en cada una de tus cosas,
En el cielo , en el suelo, en cada una de tus cosas.
Andrés Calamaro

En lo que creo por J. G. Ballard

Creo en el poder de la imaginación para rehacer el mundo, liberar la verdad que hay en nosotros, alejar la noche, trascender la muerte, encantar las autopistas, congraciarnos con los pájaros y asegurarnos los secretos de los locos.


Creo en mis propias obsesiones, en la belleza de un choque de autos, en la paz del bosque sumergido, en la excitación de una playa de vacaciones desierta, en la elegancia de los cementerios de automóviles, en el misterio de los estacionamientos de varios pisos, en la poesía de los hoteles abandonados.


Creo en las pistas de aterrizaje olvidadas de Wake Island, señalando a los Pacíficos de nuestras imaginaciones.Creo en la belleza misteriosa de Margaret Thatcher, en el arco de sus fosas nasales y el borde de su labio inferior; en la melancolía de los conscriptos argentinos heridos; en las sonrisas perturbadas de los empleados de estaciones de servicio; en mi sueño sobre Margaret Thatcher acariciada por ese joven soldado argentino en un motel olvidado, observados por un empleado de estación de servicio tuberculoso.


Creo en la belleza de todas las mujeres, en la perfidia de sus fantasías, tan cerca de mi corazón; en la unión de sus cuerpos desencantados con los rieles de cromo de las góndolas de supermercado; en su cálida tolerancia de mis propias perversiones.


Creo en la muerte del mañana, en el acabamiento del tiempo, en la búsqueda de un tiempo nuevo en las sonrisas de las mozas de los bares de las rutas y en los ojos cansados de los controladores de tráfico aéreo en aeropuertos fuera de temporada.


Creo en los órganos genitales de los grandes hombres y mujeres, en las posturas corporales de Ronald Reagan, Margaret Thatcher y la Princesa Diana, en el suave olor que emana de sus labios cuando miran a las cámaras del mundo entero.


Creo en la locura, en la verdad de lo inexplicable, en el sentido común de las piedras, en la demencia de las flores, en la enfermedad reservada para la raza humana por los astronautas del Apolo.


No creo en nada.


Creo en Max Ernst, Delvaux, Dalí, Tiziano, Goya, Leonardo, Vermeer, de Chirico, Magritte, Redon, Durero, Tanguy, el Facteur Cheval, las torres Watts, Bocklin, Francis Bacon, y en todos los artistas invisibles dentro de las instituciones psiquiátricas del mundo.


Creo en la imposibilidad de la existencia, en el humor de las montañas, en lo absurdo del electromagnetismo, en la farsa de la geometría, en la crueldad de la aritmética, en las intenciones asesinas de la lógica.


Creo en las adolescentes, en la corrupción que hay en ellas sólo por la postura de sus piernas, en la pureza de sus cuerpos desaliñados, en los rastros que sus partes pudendas dejan en los baños de moteles miserables.Creo en el vuelo, en la belleza del ala, y en la belleza de todo lo que alguna vez haya volado, en la piedra arrojada por un niño pequeño que lleva en sí misma la sabiduría de los estadistas y de las parteras.


Creo en la amabilidad del bisturí, en la geometría sin límites de la pantalla de cine, en el universo oculto dentro de los supermercados, en la soledad del sol, en la locuacidad de los planetas, en la redundancia de nosotros mismos, en la inexistencia del universo y el aburrimiento del átomo.


Creo en la luz que arrojan las videograbadoras en las vidrieras de las grandes tiendas, en la agudeza de las parrillas de los radiadores en los salones de venta de automóviles, en la elegancia de las manchas de aceite sobre las barquillas de los motores de los 747 estacionados en las pistas de los aeropuertos.


Creo en la no existencia del pasado, en la muerte del futuro, y en las infinitas posibilidades del presente.


Creo en el desarreglo de los sentidos: en Rimbaud, William Burroughs, Huysmans, Genet, Celine, Swift, Defoe, Carroll, Coleridge, Kafka.


Creo en los diseñadores de las Pirámides, el Empire State, el bunker del Fuhrer en Berlín, las pistas de aterrizaje de Wake Island.


Creo en la fragancia del cuerpo de la Princesa Diana.

Creo en los próximos cinco minutos.

Creo en la historia de mis pies.

Creo en las migrañas, el aburrimiento de las tardes, el temor a los calendarios, la traición de los relojes.

Creo en la ansiedad, la psicosis y la desesperanza.

Creo en las perversiones, en el amor obsesivo por los árboles, las princesas, los primeros ministros, las estaciones de servicio abandonadas (más bellas que el Taj Mahal), las nubes y los pájaros.


Creo en la muerte de las emociones y el triunfo de la imaginación.


Creo en Tokio, Benidorm, La Grande Motte, Wake Island, Eniwetok, Dealey Plaza.


Creo en el alcoholismo, las enfermedades venéreas, la fiebre y el agotamiento.


Creo en el dolor.


Creo en la desesperanza.


Creo en todos los niños.


Creo en mapas, diagramas, códigos, juegos de ajedrez, rompecabezas, tableros de horarios de vuelos, carteles indicadores de los aeropuertos.


Creo en todas las excusas.


Creo en todas las razones.


Creo en todas las alucinaciones.


Creo en toda la rabia.


Creo en todas las mitologías, recuerdos, mentiras, fantasías y evasiones.


Creo en el misterio y la melancolía de una mano, en la amabilidad de los árboles, en la sabiduría de la luz.


J. G. Ballard
(1930 - 2009)
Para reencontrarse con J.G.Ballard, estas son algunas de sus obras:
"El imperio del sol"
"Crash"
"Pasaporte a la eternidad"
"Guía del usuario para el nuevo milenio"
"Milagros de vida"

domingo, 26 de abril de 2009

Tonada del viejo amor




Ya nunca te he de olvidar...
En la arena me escribías.
El viento lo fue borrando,
y estoy más solo mirando el mar.

¡Qué lindo cuando una vez,
bajo el sol del mediodía,
se abrió tu boca en un beso
como un damasco lleno de miel!

Quisiera volverte a ver
sonreír frente a la espuma,
tu pelo suelto en el viento
como un torrente de trigo y luz.

Yo sé que no vuelve más
el verano en que me amabas,
que es ancho y negro el olvido,
y entra el otoño en mi corazón.

Herida la de tu boca
que lastima sin dolor...
No tengo miedo al invierno
con tu recuerdo lleno de sol.

Eduardo Falú

miércoles, 22 de abril de 2009

De despedidas y encuentros...de partidas y llegadas.

Durante la semana pasada nos dejó el filósofo y escritor Franco Volpi y, a comienzos de la

presente, el científico Gregorio Klimovsky. Quizás, los siguientes artículos publicados, nos

conduzcan a revisitar sus obras. Ojalá.

Para recordarlos, valorarlos aún más y comenzar a extrañarlos estos dos links: "A modo de

despedida a Gregorio Klimovsky" - http://www.pagina12.com.ar/diario/ciencia/19-

123653-2009-04-22.html y, "En memoria de Franco Volpi"

http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13



Para continuar en el campo de las ideas, una mirada de la "noción de extranjeridad" que nos

ofrece Maristela Svampa en Los Muros de la Exclusión. El texto puede bajarse desde

http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2009/04/18/_-01900177.htm

sábado, 18 de abril de 2009

De Feria...

Una Feria del Libro devaluada por la crisis

Además, México, Grecia, Pananá y Polonia cancelaron su participación. También se bajaron expositores. En cambio, se espera un público fervoroso. Los que sí vienen.



La Feria del Libro de Buenos Aires es una tradición intelectual en plena madurez que inicia, en unos días, su versión número 35. Como es la costumbre, las puertas se abrirán dos veces: primero el miércoles 22 de abril en la inauguración oficial para las autoridades e invitados especiales, y luego se abrirán el jueves 23, a las 14, para todo el público. Las autoridades y los especiales no pagarán entrada, y el público normal tendrá que pagar 10 pesos, de lunes a jueves, y 13 pesos los viernes, sábados, domingos y festivos. El dato es pertinente. Es que, desde ya, el aspecto económico resulta esencial en esta oportunidad y plantea una interrogante sobre su éxito. La depresión mundial de la economía permite deducir que la Feria también se verá afectada. De hecho, de la docena de escritores extranjeros ilustres que habitualmente participan del encuentro, este año sólo llegarán cinco; es decir, un 60% menos.



Los síntomas más notorios de esta depresión desordenaron el mapa: cuatro países invitados se hicieron a un lado y confirmaron su ausencia. México, el país hispanohablante más grande del planeta, por ende, el país que tiene potencialmente la mayor cantidad de lectores en idioma español, se bajó del evento porque la economía lo tiene golpeado. A México se suman otros tres: Grecia, Panamá y Polonia. Y así ya parece que el planeta de la Feria se presentará incompleto. A esas ausencias internacionales hay que agregar las de tipo local: las provincias de de Chaco y Buenos Aires y la Universidad Católica. Todos adjuntaron estar muy complicados con la crisis global y que no están para cuentos.



Marta Díaz, directora de Ferias de la Fundación el Libro, no parece alterada. Los espacios que dejaron los ausentes fueron emparchados con otros invitados y la Feria no tendrá vacíos. Díaz, inmutable, con un tono de voz automático, recuerda que durante la crisis de 2002, instantes en que muchos apostaban a que la literatura era un bien inútil, la Ferial del Libro fue un éxito rotundo. Ese año, en efecto, la Feria recibió a 1.100.000 personas (es la séptima feria más visitada en su historia). Por eso, Marta Díaz, curtida en 35 versiones, no tiene temor. Pero tampoco habla de cifras. “No sé cuánto fue la inversión este año”, dice guardando los números y los aportes de los 16 patrocinadores oficiales, “pero debió haber sido altísima”.



Sin embargo, aun con la economía desinflada, la Feria se ha organizado con optimismo. El lema, “Pensar con libros”, creado por el comité organizador, apunta a la fortaleza del libro como un instrumento insuperable de reflexión que posee el ser humano. Esa certeza a la que llegó el comité organizador, brazo creativo de la Fundación el Libro, resultó un impulso extraordinario para enfrentar la crisis. El libro puede vencer a la economía. Y con esa fe los organizadores programaron 1.300 actos culturales. Se confirmó la presencia de 1.256 expositores, entre editoriales y países presentes. Y asistirán alrededor de 40 escritores internacionales invitados a los que se sumarán una enorme cantidad de escritores locales.



ESTRELLAS 2009. “Tenemos invitados muy importantes”, dice la directora de la Feria. Y nombró a Juan José Millás, un escritor con muchos devotos en la Argentina y de quien se acaba de publicar en Buenos Aires su último libro de relatos breves (Los objetos nos llaman, Seix Barral). También nombró a Junot Díaz, dominicano-estadounidense, Premio Pulitzer 2008 por su exitosa novela La maravillosa vida breve de Óscar Wao, al filósofo español Fernando Savater y a la premiada escritora estadounidense Annie Proulx, autora de la novela Secreto en la montaña, posteriormente llevada al cine. Después de esas menciones, Marta Díaz toma un respiro y expone la que juzga su mejor carta: “Y, bueno, es un honor que venga a esta Feria el sueco Henning Mankell”. Mankell, escritor que logró prestigio mundial por sus novelas policiales, es la gran estrella de esta edición. Estos invitados se reclutan en base a criterios de la Comisión de Cultura de la Fundación el Libro y luego los gestionan con las editoriales o las embajadas. Los escritores piden pasajes, alojamiento y, los más célebres, piden honorarios.



Este año quisieron traer a Mario Vargas Llosa, pero sus honorarios fueron elevadísimos. Contactaron a Umberto Eco, pero sus honorarios fueron elevadísimos. Contactaron a Murakami y no pudo. Y estuvo a punto de venir el británico Kazuo Ishiguro, pero tuvo un inconveniente a última hora. Un sueño de Marta Díaz es traer a Ishiguro. Otro sueño es traer a Woody Allen a quien han contactado en tres ocasiones.

–Perdone, Marta, ¿pero no siente que faltan más estrellas de primer nivel?–

El éxito de la Feria no tiene que ver con las estrellas que vienen al evento. Ni tampoco con el éxito comercial. Depende de otras cosas: las novedades editoriales, las ofertas y la recepción de la gente. Pero, bueno, hay que pensar que la Feria no es una isla: la crisis ha llegado a todos.


PENSAR CON AHORROS. No vendrán muchas estrellas de primer nivel, pero como la idea es que no se note la pobreza el evento se ha plagado de actividades. Se programaron encuentros de narración oral con el lema “Escuchar, antesala del pensar” (1, 2 y 3 de mayo), la tradicional maratón de lectura (27 de abril), encuentros internacionales de reflexión sobre la democracia llamados, cómo no, “Pensar la democracia”, diez ciclos de lectura, cuatro encuentros analíticos sobre el lenguaje, un festival internacional de poesía (29 al 2 de mayo), espacios infantiles, espacios juveniles, una noche con cierre tardío (1 de mayo) y el anuncio de siete novedades (jornadas de teatro, de microficción, de educación, poesía para adultos, concursos abiertos y un stand de la fundación Ana Frank). En fin, se ha pensado con ahorros: el ingenio quizá pueda suplir la crisis.



Marta Díaz no puede garantizar que este año las visitas del público superen años anteriores (el récord es 2008: 1.240.000 visitantes). Sólo puede garantizar que habrán 44 países invitados, 200 escritores firmando sus libros cada día, o que cada 38 metros el visitante se topará con un nuevo stand. Los acuerdos comerciales son para Frankfurt. Esto, con o sin crisis, es la Feria del Libro de Buenos Aires. Ni más ni menos que la quinta feria más importante del mundo.



Los imperdibles de esta edición

–El sábado 25 de abril, a las 18 horas, Annie Proulx dará una conferencia sobre “Narrativa norteamericana actual”.


–Ese mismo día, a las 20, será la presentación del libro La hermandad de la buena suerte, de Fernando Savater. Participan: Patricia Kolesnikov, Francis Korn y Fernando Savater.


–El domingo 26 de abril se ve interesante: a las 18, Francesco Tonucci dialogará con Mempo Giardinelli. A las 19, Juan José Millás dialogará con el público. Y a las 20.15, se realizará un recital de poesía en el que participará, entre otros, Aitana Alberti (hija de Rafael Alberti).


–El jueves 30 de abril, a las 20.30, debuta la estrella de esta edición: Henning Mankell, que dialogará con el público.


–El sábado 2 de mayo, a las 20, Junot Díaz dará una conferencia sobre La maravillosa vida breve de Óscar Wao.


–El viernes 8 de mayo, a las 20.30, será la presentación del libro Papeles inesperados, de Julio Cortázar. Participarán en una conversación Carlos Álvarez, Martín Kohan y Guillermo Piro.



Visita de editores extranjeros con la mira puesta en Frankfurt 2010
Si bien la Feria de Buenos Aires forma parte del grupo de encuentros de libros en los que se prioriza el contacto con el lector antes que con el editor –la venta directa al público antes que la de los derechos editoriales–, los editor también tienen un lugar protagónico. Más aún si se tiene en cuenta que la versión 2009 del encuentro porteño estará teñida por la preparación de lo que será la Feria del Libro de Frankfurt 2010, cuando la Argentina sea la invitada de honor del encuentro editorial más importante del planeta.


Desde mañana domingo, y hasta el sábado próximo, se llevará a cabo la Semana de Editores de Buenos Aires. Por séptimo año consecutivo la Fundación Teoría y Práctica de las Artes (TyPA) invita a diez editores de distintos países. Gabriela Adamo, la encargada de organizar la convocatoria, explica: “Cada año hacemos un llamado abierto en agosto o septiembre. Entre los postulantes, priorizamos a los empresarios que creemos que pueden traducir libros argentinos en el exterior y nos preocupamos por armar un grupo diverso en el que haya editoriales grandes y pequeñas, editores novatos y experimentados”.


Según Adamo, desde el momento en el que los editores llegan a Buenos Aires “está medio camino hecho” porque, en general, ellos “solo conocen lo que se publica en España”. Una vez aquí, la tarea está focalizada en entusiasmarlos con la literatura argentina: el menú incluye, entre otras cosas, reuniones con críticos, visitas a editoriales, paseos por la Feria y reuniones informales con autores.



Magdalena Faillace, encargada del comité organizador de la participación nacional en Frankfurt, comentó a este diario que aprovecharán la plataforma que brinda la Feria de Buenos Aires. En ese marco, el martes 21 habrá una mesa debate en la que participarán las máximas autoridades de la Feria alemana y para la que se convoca a los editores argentinos. Por otro lado, hay un espacio cedido por la Cámara del Libro para que 30 editoriales independientes repitan la experiencia del año pasado con un stand colectivo que servirá para mostrar sus producciones

(http://30editoriales09.wordpress.com).


Roka Valbuena
Diario Crítica
Edición Sábado 18 de abril de 2009

Elogio de la librería

Por Carlos Guyot De la Redacción de La Nacion

Noticias de ADN Cultura:
Sábado 18 de abril de 2009


"Las librerías se convertían en verdaderos casinos literarios a la hora en que los señores regresaban a sus casas desde las oficinas; entraban y se sentaban en cómodos sillones para echar un vistazo a las novedades... se discutía cada libro publicado y apenas pasaba un día sin que uno de los cuatro libreros mandase varias novedades literarias "sin compromiso alguno"..." La imagen con que Sandor Márai describe las pequeñas librerías de su Kassa natal a principios del siglo pasado, ¿podría convertirse en un simple ejercicio para nostálgicos? Txetxu Barandiarán cree que sí, y por eso comenzó en enero pasado el blog Elogio de la librería, donde cita grandes textos que las reseñan -como el de Marai-, describe librerías de España que le toca recorrer y reflexiona sobre el modo en que los cambios culturales y sociales las afectan.
Elogio de la librería es un desprendimiento de una iniciativa anterior del propio Barandiarán -consultor del sector editorial-, que ya en abril de 2004 actualizaba su blog Con Valor con novedades y reflexiones en torno a los libros y la lectura. Además, es el autor del capítulo "Elogio de la librería especializada" incluído en La lectura en España , valiosa recopilación de la Federación de Gremios de Editores de España que puede descargarse gratuitamente desde el sitio La lectura.
Red de Blogs y Libros es el nombre de la red social que creó el propio Barandiarán, donde sus 600 miembros intercambian opiniones en los foros y participan publicando entradas en el blog colectivo.
En un reciente artículo de El Mercurio sobre el futuro de las librerías, Antonio Díaz Oliva se preguntaba qué sucederá con la figura del librero. Frente a la respuesta de la industria al interrogante ("su valor básico en términos sociales y económicos consiste en ordenar una oferta que tiende al infinito, para adecuarla a una demanda atomizada, compleja y diversa", dice un editor en el artículo), en el blog Elogio de la librería resplandece la figura del librero como agente y agitador cultural o como el simple e irremplazable recomendador de carne y hueso.
De algún modo, el blog de Barandiarán es también una puerta de entrada a ese universo hecho de libros, libreros y lectores.


elogiodelalibreria.nireblog.com


www.lalectura.es/


convalor.blogia.com/


redeblogsylibros.ning.com

domingo, 12 de abril de 2009

El libro del desasosiego, pasen y no se lo pierdan...

Para ser grande, sé entero: nada
Tuyo exageres o excluyas.
Sé todo en cada cosa.
Pon cuanto eres
En lo mínimo que hagas,
Por eso la luna brilla toda
En cada lago, porque alta vive.
De heterónimo Ricardo Reis
"ODA" de Fernando Pessoa
No soy nada.
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
A parte de eso,
tengo en mí todos los sueños del mundo.
Ventanas de mi cuarto,
De mi cuarto de uno de los millones en el mundo que nadie sabe quién es
(Y si supiesen, ¿qué sabrían?),
Dais al misterio de una calle cruzada constantemente por gente,
A una calle inaccesible a todos los pensamientos,
Real, imposiblemente real, cierta, desconocidamente cierta,
Con el misterio de las cosas bajo las piedras y los seres,
Con la muerte que mancha de humedad las paredes y hace blancos los cabellos de los hombres, Con el Destino que conduce la carroza de todo por el camino de nada.
Estoy hoy vencido, como si supiese la verdad.
Estoy hoy lúcido, como si estuviese por morir,
Y no tuviese más hermandad con las cosas
Que la de una despedida, tornándose esta casa a este lado de la calle
La hilera de vagones de un tren,
y el silbido de una partida
Dentro de mi cabeza,
Y una sacudida de mis nervios y un chirriar de huesos al arrancar.
Estoy hoy perplejo, como quien pensó y halló y olvidó.
Estoy hoy dividido entre la lealtad que debo
A la Tabaquería del otro lado de la calle,
como cosa real por fuera,
Y a la sensación de que todo es sueño,
como cosa real por dentro.
Fallé en todo.
Como no hice ningún propósito,
tal vez todo fuese nada.
El aprendizaje que me dieron,
Descendí por la ventana trasera de la casa.
Fui al campo con grandes propósitos.
Pero allí sólo encontré yerbas y árboles,
Y cuando había gente era igual a la otra.
Me retiro de la ventana y me siento en una silla.
¿En qué he de pensar?
¿Qué sé yo lo que seré, yo, que no sé lo que soy?
¿Ser lo que pienso?
¡Pienso ser tanta cosa!
¡Y hay tantos que piensan ser la misma cosa que no puede haber tantos!
¿Genio?
En este momento
Cien mil cerebros se piensan en sueños genios como yo,
Y la historia no señalará,
¿quién sabe? ni a uno,
No habrá sino un muladar para tantas futuras conquistas.
No, no creo en mí.
¡En todos los manicomios hay tantos locos deschavetados con tantas certezas!
Yo, que no tengo ninguna certeza,
¿soy más cierto o menos cierto?
No, ni en mí...
¿En cuántas buhardillas y no buhardillas del mundo
No están en esta hora genios-para-sí-mismos soñando?
¿Cuántas aspiraciones altas y nobles y lúcidas—
Sí, verdaderamente altas y nobles y lúcidas—,
Y quién sabe si realizables,
¿Nunca verán la luz del sol real ni hallaran oídos de nadie?
El mundo es de quien nace para conquistarlo
Y no para quien sueña que puede conquistarlo,
aunque tenga razón.
He soñado más que Napoleón.
He abrazado contra el pecho hipotético más humanidades que Cristo.
Hice filosofías en secreto que ningún Kant escribió.
Pero soy, y tal vez seré siempre, el de la buhardilla,
Aunque no viva en ella;
Seré siempre el que no nació para esto,
Seré siempre sólo el que tenía cualidades;
Seré siempre el que esperó que le abriesen la puerta al pie de una pared sin puerta,
Y cantó la cantiga del Infinito en un gallinero,
Y escuchó la voz de Dios en un pozo cegado.
¿Creer en mí?
No, ni en nada.
Que me derrame la Naturaleza sobre la cabeza ardiente Su sol, su lluvia,
el viento que me despeina,
Y lo demás que venga si viene o que tenga que venir, o que no venga.
Esclavos cardíacos de las estrellas,
Conquistamos todo el mundo antes de levantarnos de la cama;
Pero nos despertamos y él es opaco,
Nos levantamos y es ajeno,
Salimos de casa y es la tierra entera,
Más el sistema solar y la Vía Láctea y lo Indefinido.
(Come chocolates, niña;
¡Come chocolates!
Mira que no hay más metafísica en el mundo que la de los chocolates.
Mira que todas las religiones no enseñan más que la confitería.
¡Come, niña sucia, come!
¡Si pudiera yo comer chocolates con la misma verdad con que tú los comes!
Pero yo pienso y, al quitarles el papel plateado, que es de estaño,
Arrojo todo al suelo,
como tiré la vida.)
Pero queda al menos de la amargura de lo que nunca seré
La caligrafía rápida de estos versos,
Pórtico hendido hacia lo Imposible.
Pero al menos dedico a mí mismo un desprecio sin lágrimas,
Noble al menos por el gesto amplio con que arrojo
La ropa sucia que soy, sin motivo, para el decurso de las cosas,
Y me quedo en casa sin camisa.
(Tú que consuelas, que no existes y por eso consuelas,
O diosa griega, concebida como estatua con vida,
O patricia romana, imposiblemente noble y nefasta,
O princesa de trovadores, gentilísima y colorida,
O marquesa del siglo dieciocho, escotada y distante,
O cocotte célebre del tiempo de nuestros padres,
O no sé qué moderno —no concibo bien qué—,
Todo eso, sea lo que fuera, lo que sea, si puede inspirar ¡qué inspire!
Mi corazón es un balde vacío.
Como invocan espíritus los que invocan espíritus me invoco
Me invoco a mí mismo y nada encuentro.
Me acerco a la ventana y veo la calle con una nitidez absoluta.
Veo las tiendas, veo las aceras, veo los coches que pasan.
Veo los entes vivos vestidos que se cruzan,
Veo los perros que también existen,
Y todo esto me pesa como un condena al destierro,
Y todo esto es extranjero, como todo.)
Viví, estudié, amé y hasta creí,
Y hoy no hay mendigo al que no envidie sólo por no ser yo.
En cada uno miro los andrajos y las llagas y la mentira,
Y pienso: tal vez nunca hayas vivido ni estudiado ni amado ni creído
(Porque es posible hacer la realidad de todo eso sin hacer nada de eso);
Tal vez hayas existido apenas,
como un lagarto a quien cortan la cola
Y que es cola más acá del lagarto que se retuerce.
Hice de mí lo que no supe,
Y lo que pude hacer de mí no lo hice.
Vestí un disfraz equivocado.
Me tomaron enseguida por quien no era, y no lo desmentí, y me perdí.
Cuando quise arrancarme la máscara,
Estaba pegada a la cara.
Cuando la arrojé y me vi en el espejo,
Ya había envejecido.
Estaba borracho, y no sabía vestir el disfraz que no me había quitado.
Arrojé la mascara y dormí en el vestidor
Como un perro tolerado por la gerencia
Por ser inofensivo
Y voy a escribir esta historia para probar que soy sublime.
Esencia musical de mis versos inútiles, quién pudiera encontrarte como cosas que yo hice,
Y no quedarme siempre enfrente de la Tabaquería de enfrente,
Pisoteando la conciencia de estar existiendo,
Como un tapete con el que tropieza un borracho
O la esterilla que los gitanos roban y no vale nada.
Pero el Dueño de la Tabaquería se asomó a la puerta y se quedó en ella.
Lo miro con la incomodidad de la cabeza torcida
Y con la incomodidad de una alma que mal entiende.
Él morirá y yo moriré.
Él dejará el letrero, yo dejaré versos.
Y un día morirá el letrero y también mis versos.
Después morirá la calle donde estuvo el letrero,
Y la lengua en que fueron escritos los versos.
Morirá después el planeta girante en que todo esto sucedió.
En otros satélites de otros sistemas cualquier cosa como nosotros
Continuará haciendo cosas como versos y viviendo debajo de las cosas como letreros,
Siempre una cosa frente a otra,
Siempre una cosa tan inútil como la otra.
Siempre lo imposible tan estúpido como lo real,
Siempre el misterio del fondo tan cierto como el sueño del misterio de la superficie,
Siempre ésta o aquella cosa o ni una ni la otra cosa.
Pero un hombre entró en la Tabaquería
(¿a comprar tabaco?),
Y la realidad plausible cae de repente sobre mí.
Me incorporo a medias enérgico, convencido, humano,
Y voy a intentar escribir estos versos en los que digo lo contrario.
Enciendo un cigarro al pensar en escribirlos
Y saboreo en el cigarro la liberación de todos los pensamientos.
Sigo el humo como mi camino,
Y gozo, en un momento sensitivo y adecuado,
La liberación de todas las especulaciones
Y la conciencia de que la metafísica es la consecuencia de una indisposición.
Después me reclino en la silla
Y sigo fumando.
Seguiré fumando hasta que el Destino me lo permita.
(Si me casase con la hija de mi lavandera Tal vez sería feliz.)
Visto esto, me levanto de la silla.
Me acerco a la ventana.
El hombre salió de la Tabaquería
(¿guarda el cambio en el bolsillo del pantalón?).
Ah, lo conozco: es Esteves sin metafísica.
(El Dueño de la Tabaquería llegó a la puerta.)
Como por un instinto divino, Esteves se volvió y me vio.
Hizo una señal de adiós, le grité ¡Adiós, Esteves!, y el universo
Se reconstruye en mí sin ideal ni esperanza, y el Dueño de la Tabaquería sonrió.
Álvaro de Campos
(Versión de Miguel Ángel Flores)
"TABAQUERÍA" de Fernando Pessoa

sábado, 11 de abril de 2009

El himno de cada día...

http://www.goear.com/listen/fc141f9/Jugar-por-Jugar-Joaquin-Sabina



Sugiero que el más triste de los presos
tenga derecho a sábanas de seda;
bendita sea la boca que da besos
y no traga monedas.

Propongo corromper al puritano,
espiar en la ducha a las vecinas,
ir a quitarle al dios de los cristianos
su corona de espinas.

Nada de margaritas a los cuerdos,
hay que correr más que la policía
para bailar el vals de los recuerdos
llorando de alegría.

La vida no es un block cuadriculado
sino una golondrina en movimiento
que no vuelve a los nidos del pasado
porque no quiere el viento.

Se aconseja dormir a pierna suelta
lejos de tentaciones de diseño,
que no pase de largo por tu puerta
el hombre de tus sueños.

La rana esconde un príncipe encantado,
tu boca un agridulce de membrillo
¡qué ganas de un cursillo acelerado
de besos de tornillo!

Y jugar por jugar
sin tener que morir o matar,
y vivir al revés
que bailar es soñar con los pies.

Conviene entrar penúltimo en la meta
de la vuelta a la infancia en patinete
y fusilar al rey de los poetas
con balas de juguete.

Por qué no doctorarse en cremalleras
como hace la hormiguita por tu espalda
e hilvanar con jirones de banderas
braguitas rojigualdas.

Hacen falta cosquillas para serios,
pensar despacio para andar de prisa,
dar serenatas en los cementerios
muriéndose de risa.

LA EXTRAÑA

“(…) El significado de las palabras no es sólo lo que significan, sino el ámbito que iluminan… Uno se pone en marcha en la oscuridad iluminada por unas pocas palabras… (…)”


“ ‘No, esto es realmente un asunto privado –se reafirmó-. Tal vez la sociedad pueda desaprobar las circunstancias, pero el hecho en sí no le incumbe a nadie’. Miró alrededor con aire satisfecho. Las parejas seguían cogidas de la mano y sonriendo, con los hombros pegados. ‘Eso no es más que cháchara –pensó Askenasi- , no es más que la superficie. Durante cuarenta y ocho años yo también me he quedado en la superficie. Creía que con besos, amor y abrazos se podía conseguir algo. Pero no es así, no se puede… -suspiró pesaroso- ¿Habrá mucha gente que llegue hasta el punto al que he llegado yo?- se preguntó intranquilo-. Seguramente no; las personas se conforman con lo superficial, con los símbolos convencionales que pueden intercambiar con el otro sin correr peligro, con un apequeña muestra, y luego siguen sedientos toda la vida… Es cuestión de temperamento’, pensó, (…)”

“ ‘¿Qué es lo que custodias?- le preguntó sin mover los labios-. ¿El orden?... ¿Es que no te han dicho que el orden sólo es un aspecto de las cosas? El orden, la conexión, es una de las orillas, tal vez el día; pero ¿qué hacer con la otra, con la noche, que forma parte de ella y sin la que no hay vida y donde se descompone todo lo que el día ha ensamblado y construido?’ (…)”


Sándor Márai
LA EXTRAÑA

sábado, 4 de abril de 2009

El Último Encuentro

“(…) Pero ¿con qué se puede entrenar un hombre solitario? Con sus propios recuerdos, para que la soledad y el tiempo transcurrido no le permitan perdonar nada en su alma ni en su corazón. Porque hay un duelo en la vida, librado sin sable ni espada, para el cual merece la pena prepararse bien. El duelo más peligroso. Un día llegará sin que lo llamemos. ¿Tú también lo crees? – pregunta con cortesía.
-Totalmente –responde el invitado, mirando la ceniza de su puro.
-Me alegro de que pienses igual –dice el general-. Esa espera lo mantiene a uno con vida. Claro que también tiene sus límites, como todo en la vida. Si no hubiera estado seguro de que volverías, habría partido yo mismo, ayer o hace veinte años, para encontrarte en las afueras de Londres, en tu casa, o en el trópico, entre los malayos, o en lo más profundo del infierno. Fuera como fuese, te habría encontrado, y tú lo sabes también. Parece que uno siempre está seguro de todo lo que le importa de verdad. (…)”



“(…) Uno siempre responde con su vida entera a las preguntas más importantes. No importa lo que diga, no importa con qué palabras y con qué argumentos trate de defenderse. Al final, al final de todo, uno responde a todas las preguntas con los hechos de su vida: a las preguntas que el mundo le ha hecho una y otra vez. Las preguntas son éstas: ¿Quién eres?... ¿Qué has querido de verdad?... ¿Qué has sabido de verdad?... ¿A qué has sido fiel o infiel?... ¿Con qué y con quién te has comportado con valentía o con cobardía?... Éstas son las preguntas. Uno responde como puede, diciendo la verdad o mintiendo, eso no importa. Lo que sí importa es que uno al final responde con su vida entera.(…)”


Sándor Márai
EL ÚLTIMO ENCUENTRO

jueves, 2 de abril de 2009

JUAN LÓPEZ Y JOHAN WARD

Les tocó en suerte una época extraña.

El planeta había sido parcelado en distintos países, cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una mitología peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios, de demagogos y de símbolos. Esa división, cara a los cartógrafos, auspiciaba las guerras.

López había nacido en la ciudad junto al río inmóvil; Ward, en las afueras de la ciudad por la que caminó Father Brown. Había estudiado castellano para leer el Quijote.

El otro profesaba el amor de Conrad, que le había sido revelado en una aula de la calle Viamonte.

Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara a cara, en unas islas demasiado famosas, y cada uno de los dos fue Caín, y cada uno, Abel.

Los enterraron juntos. La nieve y la corrupción los conocen.

El hecho que refiero pasó en un tiempo que no podemos entender.



Jorge Luis Borges
de Los Conjurados

miércoles, 1 de abril de 2009

Homenaje: el cierre de campaña de alfonsín en 1983

CRITICA DE LA ARGENTINA

El discurso que hizo llorar a un país

Es una marca generacional. Casi no hay argentino que no recuerde con emoción el vibrante discurso de Alfonsín que lo llevó directo a la Presidencia. Fue el 27 de octubre de 1983, en la Plaza de la República, ante un millón de personas. Aquí se reproduce completo en tributo al primer presidente de la restauración de la democracia.

01.04.2009

Argentinos: Se acaba... se acaba la dictadura militar. Se acaban la inmoralidad y la prepotencia. Se acaban el miedo y la represión. Se acaba el hambre obrera. Se acaban las fábricas muertas. Se acaba el imperio del dinero sobre el esfuerzo de la producción. Se terminó, basta de ser extranjeros en nuestra tierra. Argentinos, vamos todos a volver a ser los dueños del país. La Argentina será de su pueblo. Nace la democracia y renacen los argentinos. Decidimos el país que queremos; estamos enfrentando el momento más decisivo del último siglo. Y ya no va a haber ningún iluminado que venga a explicarnos cómo se construye la república. Ya no habrá más sectas de “nenes de papá”, ni de adivinos, ni de uniformados, ni de matones para decirnos lo que tenemos que hacer con la patria.Ahora somos nosotros, el conjunto del pueblo, quienes vamos a decir cómo se construye el país. Y que nadie se equivoque, que la lucha electoral no confunda a nadie; no hay dos pueblos. Hay dos dirigencias, dos posibilidades. Pero hay un solo pueblo.Así, lo que vamos a decidir dentro de cuatro días es cuál de los dos proyectos populares de la Argentina va a tener la responsabilidad de conducir al país. Y aquí tampoco nadie debe confundirse. No son los objetivos nacionales los que nos diferencian sino los métodos y los hombres, para alcanzarlos.No es suficiente levantar la bandera de justicia social, hay que construirla y hacer que permanezca. Las conquistas pasajeras, frágiles, las borran de un plumazo las dictaduras. Y entonces, es el pueblo el que paga los errores de los gobiernos populares.No puede haber más equivocaciones. Hay que saber gobernar a la Argentina. Éste no es un tiempo para improvisar, para debilitarse en luchas internas. Hay demasiado trabajo que hacer para que se carezca de la unidad de mano necesaria para enfrentar todos los problemas que nos deja la dictadura.No alcanza declamar la libertad. Hay que tener historia de libertad para poder asegurarla. Si no, vuelve el silencio, la represión y el miedo.Lo que vamos a decidir es cuál de los dos proyectos populares está en mejores condiciones de lograr la libertad y la justicia social sin retrocesos, para éstas y las próximas generaciones de argentinos.Los más altos dirigentes justicialistas han dicho que las elecciones no las ganará ningún candidato sino que las va a ganar Perón, así como el Cid Campeador venció muerto una batalla.Me pregunto, como se preguntan millones de argentinos, entonces, ¿quién va a gobernar en la Argentina? Y me lo pregunto al igual que millones de argentinos, porque todos recordamos muy bien lo que ocurrió cuando murió Perón.En ese momento, se produjo una crisis de autoridad que ocasionó grandes daños al país. En esos años, hubo quienes tomaron decisiones desacertadas, hubo quienes actuaron irresponsablemente, hubo quienes precedieron con buena voluntad y hubo quienes lo hicieron de manera criminal. Pero lo cierto es que sucedía algo más importante: nadie sabía realmente quién gobernaba en verdad a la Argentina. La crisis de autoridad creada por la muerte de Perón, al no poder ser resuelta por el partido gobernante, colocó a la Nación más allá de la voluntad, e incluso de la buena voluntad, de los que deseaban fervientemente consolidar un gobierno popular al servicio del pueblo.Asistimos entonces a un caos económico, al desorden social y a la escalada de la violencia. El llamado Rodrigazo inauguró hiperinflación y la especulación más desenfrenada. Esta inflación galopante, desatada en junio de 1975, implicó un despojo cotidiano sobre todos los salarios. La reacción justa e inevitable de los trabajadores ahondó un creciente desorden social.Entretanto, la acción de las Tres A, desplegada con toda intensidad e impunidad, había suscitado un clima de violencia generalizada. Sobre este telón de fondo, en medio del caos económico y el desorden social, nos vimos envueltos en un juego enloquecido de terrorismo y represión que se fue ampliando de manera incontenible.Nadie podrá reprochar jamás al radicalismo haber echado leña al fuego en esos años de desorientación y crisis. El radicalismo no intentó aprovecharlos en su favor sino que puso todo su esfuerzo para que se mantuvieran las instituciones de la república.Pero la crisis de autoridad suscitada por la muerte de Perón resultó inmanejable y tuvo consecuencias trágicas. La más evidente, que todos sufrimos, fue la de ofrecer el pretexto esperado por las minorías del privilegio para provocar el golpe de 1976 y sumir a la Nación argentina en el régimen más oprobioso de toda su historia.Vinieron con el pretexto de terminar con la especulación y desencadenaron una especulación gigantesca que desmanteló el aparato productivo del país, empobreció a la inmensa mayoría de los argentinos y enriqueció desmesuradamente a un minúsculo grupo de parásitos.Vinieron con el pretexto de evitar la cesación de pagos ante el extranjero y endeudaron al país en una forma que nadie hubiera podido imaginar y sin dejar nada a cambio de una deuda inmensa.Vinieron con el pretexto de eliminar la corrupción y terminaron corrompiendo todo, hasta las palabras más sagradas y los juramentos más solemnes.Vinieron con el pretexto de restaurar la tranquilidad y se ocuparon de imponer el temor a la inmensa mayoría de los argentinos.Vinieron con el pretexto de instaurar el orden y acabar con la violencia y desataron una represión masiva, atroz e ilegal, acarreando un drama tremendo para el país, cavando un foso de sangre deliberadamente, impulsado por algunos grupos privilegiados con el designio de enfrentar definitivamente a las Fuerzas Armadas con el pueblo argentino a fin de entorpecer o impedir la vialidad de cualquier futuro gobierno popular.Vinieron con el pretexto de imponer la paz e incitaron a la guerra, hasta que, usando las aspiraciones más legítimas y sentidas por todos los argentinos, se embarcaron irresponsablemente en el conflicto de las Malvinas.Nadie puede imaginar que sea responsable de estas tragedias la masa de hombres y mujeres argentinos que creían en Perón. Por el contrario, ellos, como la inmensa mayoría de los argentinos, han sido las víctimas de tales males.Pero sería irresponsable no reconocer que la crisis de autoridad que siguió a la muerte de Perón desembocó en una situación inmanejable para el partido entonces gobernante. Así cundieron el desconcierto y el descreimiento y se dejó el campo libre para la aventura del régimen militar y los intereses espurios, de adentro y de afuera, que se encaramaron en el poder.Es una lección amarga que los argentinos no podemos ni debemos olvidar porque, si no, las desgracias volverán a repetirse. Detrás de esa lección hay otra más profunda que tampoco deberemos olvidar. La crisis de autoridad que se vivió al morir Perón abrió una disputa por el poder en la que predominaron la prepotencia y la violencia. Pero con la prepotencia y la violencia no hay gobierno posible para el pueblo argentino: con ellas sólo se benefician los pequeños grupos que las manejan mientras casi todos los argentinos se perjudican. Peor aún: por ese camino corremos el peligro de quedarnos sin país.Porque la violencia y la prepotencia son las que nos impiden construir. Es la violencia alternativamente ejercida por unos y otros grupos minoritarios, ya sea la violencia física, económica, social o política, la que nos obliga a comenzar siempre de nuevo, la que viene a destruir lo que a duras penas levantamos un día y nos fuerza a empezarlo otra vez al día siguiente. ¿Qué industria vamos a tener si cada dos o tres o cuatro años las fábricas se cierran y pasan otros tantos años para abrirlas otra vez y recomenzar casi de cero? ¿Qué sindicatos vamos a tener si los trabajadores se ven entorpecidos desde afuera o desde adentro para construirlos y perfeccionarlos a través del tiempo por su libre decisión, ejerciendo con pasión pero con tranquilidad la crítica que permite corregir errores y mejorar las cosas? ¿Qué educación vamos a tener si la intolerancia y la prepotencia llevan periódicamente a echar maestros y profesores, a cerrar aulas y laboratorios, a destruir una y otra vez en pocos días lo que tanto trabajo y tantos años cuesta levantar en cada ocasión? Y así podríamos seguir con cada tema, con cada actividad. ¿Cómo nos vamos a quedar inermes ante los intereses extranjeros si destruyéndonos una y otra vez a nosotros mismos somos incapaces de fortalecernos?Los argentinos, casi todos los argentinos, tenemos en nuestra boca el amargo regusto de trabajar en vano, de arar en el mar porque periódicamente asistimos a la destrucción de nuestros esfuerzos.Y todo esto ocurre porque el poder que se puede obtener con la violencia y la prepotencia sólo sirve para lo que ellas sirvan, es decir para destruir. Es poco o nada lo que se puede construir con la violencia y la prepotencia. Y así es como está nuestra desgraciada Nación.La crisis de autoridad sólo será resuelta restableciendo la autoridad, es decir la capacidad para conciliar, la aptitud para convencer y no para vencer.Tendremos autoridad porque seremos capaces de convencer, porque estamos proponiendo lo que todos los argentinos sabemos que necesitamos: la paz y la tranquilidad de una convivencia en la que se respeten las discrepancias y en la que los esfuerzos para construir que hagamos cada día no sean destruidos mañana por la intolerancia y la violencia.Proponerse convencer sólo tiene sentido si estamos dispuestos también a que otros nos puedan convencer a nosotros, si aseguramos la libertad y la tolerancia entre los argentinos. Proclamamos estas ideas no sólo porque nos parecen mejores, sino –y sobre todo– porque sabemos que constituyen el único método para que los argentinos nos pongamos a construir de una vez por todas nuestro futuro. Esto es, simplemente, la democracia.Y cuando denunciemos a quienes proponen, de uno u otro modo, perpetuar la violencia, la prepotencia o la intolerancia como método de gobierno, no queremos ni nos importa denunciar a una o varias personas determinadas. Lo que nos preocupa, y lo que nunca dejará de preocuparnos, es impedir que ese método destructivo siga imperando en nuestra patria, que siga aniquilando los esfuerzos de todos los argentinos, que siga condenándonos, como nos condenó hasta ahora, a ser un país en guerra consigo mismo.Hay quienes creen, por tener demasiado metida dentro de sí mismos la prepotencia, o por soñar con soluciones mágicas e inmediatas, que ser tolerantes es ser débiles. Se confunden por completo. Para ser tolerantes y para hacer imperar la tolerancia se requiere mucho más firmeza que para ser prepotentes.En primer lugar, se necesita firmeza consigo mismo para no caer en la tentación de abusar del propio poder. ¡Cuánto mejor estaríamos hoy sí en las Fuerzas Armadas hubiera existido el buen criterio, el correcto criterio de usar las armas que el pueblo les entregó para defenderlo eficientemente contra las Fuerzas Armadas de otros países y no para ocupar el gobierno de la república!¿Cuánto mejor estaríamos si casi todos los gobiernos no hubieran cedido a la tensión de declarar el estado de sitio –medida excepcional y extrema según la Constitución– para vencer sus dificultades en vez de procurar convencer a la población, aceptar sus críticas y garantizar el reemplazo pacífico de los gobernantes.Pero también se requiere mucha firmeza para impedir, de una vez por todas, que vuelvan a triunfar los profetas de la prepotencia y de la violencia. Después de las desgracias que sufrimos, el pueblo argentino entero habrá de impedirlo. Nunca más permitiremos que un pequeño grupo de iluminados, con o sin uniforme, pretenda erigirse en salvadores de la patria, mandándonos y pretendiendo que obedezcamos sin chistar. Porque sabemos que sólo podremos levantarnos de estas ruinas que nos oprimen mediante el esfuerzo libre y voluntario de todos, mediante el trabajo oscuro y cotidiano de cada uno. Ningún obstáculo será insuperable frente a la voluntad inmensa de un pueblo que se pone a trabajar si cerramos definitivamente el camino a la prepotencia y la violencia y la destrucción con las que nos amenazan.Estas ideas constituyen nuestra primera propuesta básica: que sea claro el método con el que vamos a construir nuestro propio futuro, el método de la libertad y de la democracia.Nuestra segunda propuesta fundamental, además del método con el que actuaremos, señala el punto de partida del camino que nos propondremos recorrer: el de la justicia social.Es innecesario reiterar la gravedad de la situación actual del país, la peor de toda su historia. Pero sí es un deber de todos entender que hay quienes sufren más que otros. Nuestro punto de partida, que sabemos compartido por la inmensa mayoría de los argentinos, apela a un formidable esfuerzo de solidaridad y fraternidad con los que están más desamparados, con los que más necesitan entre todos los que necesitan. Vamos a construir el futuro de la Argentina y comenzaremos por construirlo ya mismo para quienes menos tienen.Es por eso que yo hice un solo juramento: no habrá más niños con hambre entre los niños de la Argentina. Esos niños que sufren hambre son los más desamparados entre los desamparados y su condición nos marca con un estigma que debe avergonzarnos como hombres y como argentinos.Nuestra apelación a la fraternidad y la solidaridad entre los argentinos es mucho más que un impulso ético. Hay en ella un propósito político en el sentido más profundo de la palabra.Porque la riqueza de un país no está en su territorio ni en sus bienes, ni en sus vacas ni en su petróleo: está en todos y cada uno de sus habitantes, en todos y cada uno de sus hombres y mujeres. Es el trabajo, la capacidad de creación de los seres humanos que lo habitan, lo que da sentido y riqueza a un país.Por eso, cuando nos proponemos privilegiar el mejoramiento de las condiciones de vida de los sectores más postergados, estamos proponiendo rescatar, lo más rápidamente posible, la mayor fuente de nuestra riqueza, el mayor capital de nuestra patria: es la voluntad de terminar con la inacción a que fueron condenados millones de hombres y mujeres para que sumen su esfuerzo a los otros millones de hombres y mujeres que están trabajando. Es la voluntad de conseguir cuanto antes una mayor igualdad, para que todos los argentinos puedan tener iguales oportunidades de desplegar su esfuerzo creador y contribuir con él al bienestar de todos. Es voluntad de terminar con los que están injustamente relegados porque la sociedad no les ofrece ni les permite lo que debe ofrecerles y permitirles en la Argentina justa y generosa que vamos a construir. Es la voluntad de acabar con la falta de techo y comida, de educación y de salud, que castiga a tantos compatriotas y que nos priva a todos de la contribución que podrían dar a la nación. Es la voluntad de terminar con la discriminación ejercida contra nuestras mujeres argentinas por la subsistencia de costumbres retrógradas.Ese pueblo unido en el trabajo, en la libertad y en la justicia social que vamos a tener constituirá la valla más formidable que los argentinos levantaremos para impedir nuevas frustraciones.Sobre esa voluntad nuestro gobierno actuará con toda la energía y la firmeza que el pueblo está esperando para que nunca más los pequeños grupos de privilegiados de adentro ni los grandes intereses de afuera quiebren las instituciones y sometan a la Nación.Y ahí no habrá ninguna antinomia, porque es falso que las haya, como son falsas las acusaciones que imprudentemente algunos lanzaron.No habrá radicales ni antirradicales, ni peronistas ni antiperonistas cuando se trate de terminar con los manejos de la patria financiera, con la especulación de un grupo parasitario enriquecido a costa de la miseria de los que producen y trabajan.No habrá radicales ni antirradicales, ni peronistas ni antiperonistas cuando haya que impedir cualquier loca aventura militar que pretenda dar un nuevo golpe.Sabemos que, como argentinos, son innumerables quienes aprendieron que detrás de las palabras grandilocuentes con las que se incita a los golpes está, ahora más que nunca, la avidez de unos pocos privilegiados dispuestos a arruinar al país y grandes intereses extranjeros dispuestos a someterlo.La inmensa mayoría de los argentinos, sin distinciones ni banderas, y el gobierno al frente, terminarán para siempre con cualquier tentativa de recrear la perversa e ilícita asociación de miembros de las cúpulas de las FF.AA., formando un partido militar, para aliarse una vez más con la elite parasitaria de la patria financiera a fin de conquistar y usufructuar el poder en su propio beneficio.No habrá radicales ni antirradicales, ni peronistas ni antiperonistas sino argentinos unidos para enfrentar el imperialismo en nuestra patria o para apoyar solidariamente a los países hermanos que sufran sus ataques.La construcción y la defensa de la Argentina la haremos marchando juntos, aceptando en libertad las discrepancias, respetando las diferencias de opinión, admitiendo sin reparos las controversias en el marco de nuestras instituciones, porque así y sólo así podremos lograr la unión que necesitamos para salir adelante.Una nación es una voluntad viviente y, al igual que los hombres, se templa con las desgracias. Las desgracias que sufrimos nos han templado y ese temple es indispensable para sobrellevar las dificultades que deberemos superar.¡Y las vamos a superar!Tenemos el inmenso privilegio, entre los países del mundo, de disponer de un territorio extenso y lleno de posibilidades que esperan ser explotadas. Frente a un pueblo que despliegue con vigor su capacidad de trabajo y vaya construyendo piedra sobre piedra su futuro, impidiendo que nadie, nunca más, venga a destruir lo que vaya haciendo, no hay dificultad que no pueda superarse. Éste es nuestro propósito, ésa es la voluntad en que nos empeñaremos todos los argentinos, ése será nuestro gobierno.Y el símbolo que coronará nuestros esfuerzos, que expresará mejor que ningún otro la autoridad, la paz, la tolerancia, la continuidad del trabajo fructífero de la Nación, lo veremos dentro de seis años, cuando entreguemos las instituciones intactas, la banda y el bastón de Presidente a quien el pueblo argentino haya elegido libre y voluntariamente.