viernes, 31 de julio de 2009

El Rey


- ¿Entonces qué Fue Lo Que Te gustó de Lear?

-Tan Apunta que marea a lo esencial. Es un hombre que necesita ser el centro del amor de quien él ama. Todos necesitamos eso, lo disimulamos Más o menos, pero lo necesitamos. Y Cuando Una de las hijas le dice yo te adoro pero cuando me caso, ya no serás el centro, se desespera. Eso es lo que tiene la obra, Que a Pesar de sus 500 años no la ves como una historia de un rey lejano y ajeno. Habla de lo humano, a la médula. Shakespeare dice que el amor como lo entendemos-como-posesión no basta; Debería haber cierto grado de Renunciacion para entender que el otro es otro. Es tan simple que no hay nada que entender, el argumento es un novelón, como todas las obras suyas, pero está eso decir que te deja. Este es un oficio Que puede ser revelador-para uno mismo y para los otros-de los misterios de la vida.

Alfredo Alcón como "Rey Lear" de William Shakespeare
en http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1156758

jueves, 30 de julio de 2009

Lectura apasionada




Al entrar, escucho la aguja del pic-up chirriando sorda al final del disco, y más allá, tirado como un largo riel sobre los almohadones, Carlos roncaba Profundamente Por los fuertes ventoleros De su boca abierta. Una de sus piernas se estiraba en el arqueo leve del reposo y la otra, colgando del diván, ofrecía el epicentro abultado de su PAQUETON tenso por el brillo del cierre Eclair, un medio abrir, a medio descorrer En ese ojal ribeteado por los dientes de bronce del marrueco, donde se podia ver la pretina elástica de un calzoncillo coronado por los rizos negros de la pendejada varonil. Sólo un pequeño fragmento de estómago latía apretado por la hebilla del cinturón, una mínima isla de piel sombreada por el matorral del pubis en el mar cobalto del drapeado blujin. Tuvo que Sentarse ahogada por el éxtasis de la escena, Tuvo que tomar aire para no sucumbir al vacío del desmayo Frente a esa estética erotizada por la embriaguez. Estaba Allí, desprotegido, pavorosamente Expuesto en su dulce letargo infantil, ese cuerpo amado, esa carne inalcanzable tantas veces esfumándose en la vigilia de su arrebato amoroso. Ahí lo tenía, al Alcance de la mano para su entera contemplación, centímetro recorrerle para a centímetro con sus ojos de vieja oruga reptando sedosa por el nervio aceituno del cuello plegado como una cinta. Ahí se le entregaba borracho como una puta de puerto para que las yemas legañosas de su mirar lo acariciaran a la distancia, en ese tacto de ojos, en ese aliento de ojos vaporizando el beso intangible en sus Tetillas quiltras, violáceas, húmedas, bajo la Transparencia Camisera del algodón. Ahí, un metro de un sólo, podia verlo abierto de piernas, macizo en la Estilizada Corcova de la ingle arrojándole su Muñón veinteañero, ofreciéndole ese saurio enguantado por la mezclilla Áspera que enfundaba sus muslos. Parece un dios indio, arrullado, por las palmas de la selva, pensó. Un guerrero soñador que se da descanso en el combate, una tentación inevitable para una loca sedienta de sexo tierno como ella, hipnotizada, enloquecida por esa Atmósfera rancia de pecado y pasión. No lo PENSABA, ni lo partía Cuando su manogaviota aliso El aire que la separaba de ese manjar, su mano mariposa que la dejó flotar ingrávida sobre el estrecho territorio de las caderas, sus dedos avispas posándose levísimos en el carro metálico del cierre Eclair para bajarlo , párr descorrerlo sin ruido con la suavidad de quien deshilacha una tela sin despertar al arácnido. No lo PENSABA, Ni siquiera Cabia el nerviosismo en ese oficio de relojero, aflojando con el roce de un pétalo La envoltura apretada de ese lagarto somnoliento. Ni lo PENSABA, dejándose arrastrar abismo abajo, marrueco abajo hasta liberar de ataduras ese tronco blando que moldeaba su anatomía de perno carnal bajo la alba mortaja del calzoncillo. Y ahí Estaba por fin, un sólo unos centímetros de su nariz ese bebé en pañales rezumando un detergente. Ese músculo tan deseado de Carlos durmiendo tan inocente, estremecido a ratos por el amasijo delicado de su Miembro yerto. En su cabeza de loca dudosa no Cabia la culpa, este era un oficio de amor que alivianaba A Esa momia de sus vendas. Infinita dulzura deslizó la mano entre Con el estómago y el elástico del slip, hasta tomar como una porcelana el cuerpo tibio de ese nene en reposo. Apenas lo acunó en su palma y lo extrajo a la luz tenue de la pieza, se desenrolló en toda su extensión la crecida guagua-boa, que al salir de la bolsa, se soltó como un látigo. Tal longitud, excedía con creces lo imaginado ya Pesar de lo lánguido, el guarapo exhibía la robustez de un trofeo de guerra, un grueso dedo sin uña Pedía a gritos que una boca que anillara su Amoratado glande. Y la loca Así lo hizo, secándose la placa de dientes, se mojó los labios con saliva para resbalar sin trabas ese péndulo que campaneó en sus encías huecas. En la concavidad húmeda lo Sintió chapotear, moverse, despertar, corcoveando agradecido de ese franeleo lingual. Es un trabajo de amor, reflexionaba al escuchar la respiración agitada de Carlos en la Inconciencia etílica. Podría no ser otra cosa, pensó, al sentir en el paladar el palpito de ese animalito huacho recobrando la vida. Con la finura de una geisha, lo empuñó extrayéndolo de su boca, lo miró erguirse Frente a su cara, y con la lengua afilada en una flecha, dibujó con un cosquilleo baboso el aro mora de la calva reluciente. Es un arte de amor, se repetía incansable, oliendo los vapores de macho etrusco que exhalaba ese hongo lunar. Las mujeres no saben de esto, supuso, ellas lo chupan, en cambio las locas elaboran un bordado cantante en la sinfonía de su mamar. Las mujeres succionan nada más, en tanto la Boca Loca primero aureola de vaho el ajuar del gesto. La Boca Loca Degusta, y luego trina su catadura lírica por el micrófono carnal que expande su radiofónica libación. Es como cantar concluyó, interpretarle a Carlos un himno de amor directo al corazón. Pero él nunca lo sabrá, le confidenció con tristeza al muñeco erecto que apretaba en su mano, mirándola tiernamente con su ojo de cíclope tuerto. Carlos tan borracho y dormido, nunca se va a enterar de su mejor regalo de cumpleaños, le dijo al Títere Moreno terciopela besando con suavidad el pequeño agujero de su boquita japonesa. Y en respuesta el mono solidario, le Brindo una gran lágrima de vidrio para lubricar el canto Reseco de su soledad incomprendida. "ANSIEDAD DE TENERTE EN MIS BRAZOS MUSITANDO PALABRAS DE AMOR ANSIEDAD DE TENER TUS Encantos Y EN LA BOCA VOLVERTE A BESAR".
Bésale las piernas a la poesía
que aunque no nos diga que Pueden ver aquí.
Las Bésale palabras, hurga su lengua hasta
que abra los brazos y diga ¡Santo Dios!
o hasta que santodios abra los brazos de escándalo.
Bésale a la poesía a la loba
que aunque no diga que hay mucha gente que aquí
Pueden ver los números. Bésale las piernas las palabras
Hasta que no de más, más hasta que pida
Hasta que cante.

Jorge Boccanera

Aún...






Director: Steven Soderbergh







Mario: - "Las condiciones No están creadas para el tipo de lucha que tú propones".

Che: - "En Cualquier parte del mundo donde el hombre de mar Explotado por el hombre, ¿Están creadas las condiciones? ... ¿Cuando hay Niños que Trabajan en las Minas, Cuando el 50% de los mineros no alcanza los treinta años de y Vida Cuando Estos Mismos mineros van a la huelga por mejoras salariales y son masacrados por el Ejército, ¿Están creadas o No están creadas las condiciones? ... ¿Cuando la mortalidad infantil y la materna son las más altas de Amercia Latina por falta de Asistencia Médica, ¿Existen las condiciones ".


"Che, la guerrilla"

lunes, 27 de julio de 2009

Año Galileo


GALILEI. — Sí. (Secándose.) Es lo que también yo sentí cuando vi el armatoste por primera vez. Algunos lo sienten. (Le tira la toalla a Andrea para que le frote la espalda.) Muros, anillos e inmovilidad. Durante dos mil años creyó la humanidad que el Sol y todos los astros del cielo daban vueltas a su alrededor. El Papa, los cardenales, los príncipes, los eruditos, capitanes, comerciantes, pescaderas y escolares creyeron estar sentados inmóviles en esa esfera de cristal.
Pero ahora nosotros salimos de eso, Andrea. El tiempo viejo ha pasado y estamos en una nueva época. Es como si la humanidad esperara algo desde hace un siglo. Las ciudades son estrechas y así son las cabezas. Supersticiones y peste. Pero desde hoy no todo lo que es verdad debe seguir valiendo. Todo se mueve, mi amigo. Me alegra pensar que la duda comenzó con los navíos. Desde que la humanidad tiene memoria se arrastraron a lo largo de las costas, pero de repente las abandonaron y se largaron a todos los mares. En nuestro viejo continente se ha comenzado a oír un rumor: existen nuevos continentes. Y desde que nuestros navíos viajan hacia ellos se
festeja por todas partes que el inmenso y temido mar es un agua pequeña. Desde entonces ha sobrevenido el gran deseo: investigar la causa de todas las cosas, por qué la piedra cae al soltarla y por qué la piedra sube cuando se la arroja hacia arriba. Cada día se descubre algo. Hasta los viejos de cien años se hacen gritar al oído por los jóvenes los nuevos descubrimientos. Ya se ha encontrado algo pero existen otras cosas que deben explicarse. Mucha tarea espera a nuestra nueva generación.
"En Siena, de muchacho, observé cómo unos trabajadores reemplazaban, luego de cinco minutos de disputa, una costumbre milenaria de mover bloques de granito por una nueva y razonable forma de disponer las cuerdas. Fue allí donde caí en la cuenta: el tiempo viejo ha pasado, estamos ante una nueva época. Pronto la humanidad entera sabrá perfectamente dónde habita, en qué clase de cuerpo celeste le toca vivir. Porque lo que dicen los viejos libros ya no les basta, porque donde la fe reinó durante mil años, ahora reina la duda. El mundo entero dice: sí, eso está en los libros, pero dejadnos ahora mirar a nosotros mismos. A la verdad más festejada se le golpea hoy en el hombro; lo que nunca fue duda hoy se pone en tela de juicio, de modo que se ha originado una corriente de aire que ventila hasta las faldas bordadas en oro de
príncipes y prelados, haciéndose visibles piernas gordas y flacas, piernas que son como nuestras piernas. Ha quedado en descubierto que las bóvedas celestes están vacías y ya se escuchan alegres risotadas por ello. Pero las aguas de la tierra empujan las nuevas ruecas y en los astilleros, en las cordelerías y
en las manufacturas de velas se agitan quinientas manos al mismo tiempo en busca de un nuevo ordenamiento. Yo profetizo que todavía durante nuestra vida se hablará de astronomía hasta en los mercados y hasta los hijos de las pescaderas correrán a las escuelas. A esos hombres deseosos de renovación les gustará saber que una nueva astronomía permite moverse también a la Tierra. Siempre se ha predicado que los astros están sujetos a una bóveda de cristal y que no pueden caer. Ahora, nosotros hemos tenido la audacia de dejarlos moverse en libertad, sin apoyos, y
ellos se encuentran en un gran viaje, igual que nuestras naves, sin detenerse, ¡en un gran viaje! La Tierra rueda alegremente alrededor del Sol y las pescaderas, los comerciantes, los príncipes y los cardenales y hasta el mismo Papa ruedan con ella.
El universo entero ha perdido de la noche a la mañana su centro y al amanecer tenía miles, de modo que ahora cada uno y ninguno será ese centro. Repentinamente ha quedado muchísimo lugar. Nuestras naves se atreven mar adentro, nuestros astros dan amplias vueltas en el espacio y hasta en el ajedrez las torres saltan todas las filas e hileras. ¿Cómo dice el poeta?
ANDREA. — “¡Oh temprano albor del comenzar!
¡Oh soplo del viento
que viene de nuevas costas!”…
Sí, pero beba su leche que ya comenzarán de nuevo las visitas.


Fragmento de la obra teatral "Galileo Galilei" de Bertold Brecht

jueves, 23 de julio de 2009




"Dios todavía no ha creado el mundo; sólo está imaginándolo, como entre sueños. Por eso el mundo es perfecto, pero confuso".

"El mundo" de Augusto Monterroso


La imagen pertenece a la muestra anual de fotoperiodismo en el Palais de Glace, finaliza el 26 de julio, la entrada es libre y gratuita.

martes, 21 de julio de 2009

Fulgores del pensamiento



Hay autores que escriben sobre ellos mismos y otros, como Silvina, que se refugian en la soledad interior para observar mejor a su alrededor. Ella es absolutamente íntima, y no en el sentido de lo que pueda dictar la buena educación, pues su sinceridad sorprende. Posee una visión muy conectada con la infancia y la intuición sin pasarla por el tamiz de lo social. Esto no nos sucede generalmente a los adultos, obligados a negociar con la realidad para seguir adelante. Los adultos carecemos de esa posibilidad que tienen los niños y que encuentro en Silvina: ser al mismo tiempo sinceramente crueles e inocentes.

Marilú Marini en Cultura&Espectáculos de Página/12, a propósito del estreno teatral de "INVENCIONES", obra basada en textos de la escritora argentina Silvina Ocampo.

sábado, 18 de julio de 2009



"Para mucha gente es evidente que el escritor debe escribir la verdad; es decir, no debe rechazarla ni ocultarla, ni deformarla. No debe doblegarse ante los poderosos; no debe engañar a los débiles. Pero es difícil resistir a los poderosos y muy provechoso engañar a los débiles. Incurrir en la desgracia ante los poderosos equivale a la renuncia, y renunciar al trabajo es renunciar al salario. Renunciar a la gloria de los poderosos significa frecuentemente renunciar a la gloria en general. Para todo ello se necesita mucho valor"(...)

(...)"Cuando se clama por todas las antenas que el hombre inculto e ignorante es mejor que el hombre cultivado e instruido, hay que tener valor para plantearse el interrogante: ¿Mejor para quién? Cuando se habla de razas perfectas y razas imperfectas, el valor está en decir: ¿Es que el hambre, la ignorancia y la guerra no crean taras?"(...)

(...)"Me permito decir a todos los escritores de esta época confusa y rica en transformaciones que hay que conocer el materialismo dialéctico, la economía y la historia. Tales conocimientos se adquieren en los libros y en la práctica si no falta la necesaria aplicación. Es muy sencillo descubrir fragmentos de verdad, e incluso verdades enteras. El que busca necesita un método, pero se puede encontrar sin método, e incluso sin objeto que buscar. Sin embargo, ciertos procedimientos pueden dificultar la explicación de la verdad: los que la lean serán incapaces de transformar esa verdad en acción. Los escritores que se contentan con acumular pequeños hechos no sirven para hacer manejables las cosas de este mundo. Pues bien, la verdad no tiene otra ambición. Por consiguiente esos escritores no están a la altura de su misión"

(...)"Para ser revelado, el bien sólo necesita ser bien escuchado, pero la verdad debe ser dicha con astucia y comprendida del mismo modo. Para nosotros, escritores, es importante saber a quién la decimos y quién nos la dice; a los que viven en condiciones intolerables debemos decirles la verdad sobre esas condiciones, y esa verdad debe venirnos de ellos. No nos dirijamos solamente a las gentes de un solo sector: hay otros que evolucionan y se hacen susceptibles de entendernos. Hasta los verdugos son accesibles, con tal que comiencen a temer por sus vidas. Los campesinos de Baviera, que se oponían a todo cambio de régimen, se hicieron permeables a las ideas revolucionarias cuando vieron que sus hijos, al volver de una larga guerra, quedaban reducidos al paro forzoso." (...)

(...)"La verdad tiene un tono. Nuestro deber es encontrarlo. Ordinariamente se adopta un tono suave y dolorido: «yo soy incapaz de hacer daño a una mosca». Esto tiene la virtud de hundir en la miseria a quien lo escucha. No trataremos como enemigos a quienes emplean este tono, pero no podrán ser nuestros compañeros de lucha. La verdad es de naturaleza guerrera, y no sólo es enemiga de la mentira, sino de los embusteros." (...)

(...)"Militar a favor del pensamiento, sea cual fuere la forma que éste adopte, sirve la causa de los oprimidos. En efecto, los gobernantes al servicio de los explotadores consideran el pensamiento como algo despreciable. Para ellos lo que es útil para los pobres es pobre. La obsesión que estos últimos tienen por comer, por satisfacer su hambre, es baja. Es bajo menospreciar los honores militares cuando se goza de este favor inestimable: batirse por un país cuando se muere de hambre. Es bajo dudar de un jefe que os conduce a la desgracia. El horror al trabajo que no alimenta al que lo efectúa es asimismo una cosa baja, y baja también la protesta contra la locura que se impone y la indiferencia por una familia que no aporta nada. Se suele tratar a los hambrientos como gentes voraces y sin ideal, de cobardes a los que no tienen confianza en sus opresores, de derrotistas a los que no creen en la fuerza, de vagos a los que pretenden ser pagados por trabajar, etc. Bajo semejante régimen, pensar es una actividad sospechosa y desacreditada. ¿Dónde ir para aprender a pensar? A todos los lugares donde impera la represión." (...)

Las cinco dificultades para decir la verdad
Bertolt Brecht
Berlín (Alemania), 1934.


La ilustración corresponde al magistral Miguel Rep

viernes, 17 de julio de 2009

La Boca




Boca que arrastra mi boca:
boca que me has arrastrado:
boca que vienes de lejos
a iluminarme de rayos.

Alba que das a mis noches
un resplandor rojo y blanco.
Boca poblada de bocas:
pájaro lleno de pájaros.
Canción que vuelve las alas
hacia arriba y hacia abajo.
Muerte reducida a besos,
a sed de morir despacio,
das a la grama sangrante
dos fúlgidos aletazos.
El labio de arriba el cielo
y la tierra el otro labio.

Beso que rueda en la sombra:
beso que viene rodando
desde el primer cementerio
hasta los últimos astros.
Astro que tiene tu boca
enmudecido y cerrado
hasta que un roce celeste
hace que vibren sus párpados.

Beso que va a un porvenir
de muchachas y muchachos,
que no dejarán desiertos
ni las calles ni los campos.

¡Cuánta boca enterrada,
sin boca, desenterramos!

Beso en tu boca por ellos,
brindo en tu boca por tantos
que cayeron sobre el vino
de los amorosos vasos.
Hoy son recuerdos, recuerdos,
besos distantes y amargos.

Hundo en tu boca mi vida,
oigo rumores de espacios,
y el infinito parece
que sobre mí se ha volcado.

He de volverte a besar,
he de volver, hundo, caigo,
mientras descienden los siglos
hacia los hondos barrancos
como una febril nevada
de besos y enamorados.

Boca que desenterraste
el amanecer más claro
con tu lengua. Tres palabras,
tres fuegos has heredado:
vida, muerte, amor. Ahí quedan
escritos sobre tus labios.

jueves, 16 de julio de 2009




Oye la confesión
de mi secreto,
nace de un corazón
que está desierto.

Con tres palabras
te diré todas mis cosas,
cosas del corazón
que son preciosas.

Dame tus manos, ven,
toma las mías
que te voy a confiar
las ansias mías.

Son tres palabras,
solamente mis angustias,
y esas palabras son:
cómo me gustas.

"Tres palabras" de Osvaldo Farrés, en Juntos para siemore, Chucho y Bebo.

martes, 14 de julio de 2009

Juntos para siempre




"Bebo se fue de Cuba cuando su hijo Chucho tenía 15 años...emigró porque no le gustaba Fidel Castro aunque, entre las razones de tan largo exilio, debe considerarse una del corazón: en 1963, Bebo se enamoró de la sueca Rose Marie Pehrson.La flamante pareja se fue a vivir a Estocolmo..."

"El que se quedó en Cuba desarrolló una carrera signada por la audacia sonora y crítica, tanto en la Isla como en los escenarios internacionales. El que partió, quedó más ligado a ese pasado que lo había visto desarrollar como el gran pianista de un tiempo histórico que la Cuba de Chucho se propuso dejar atrás..."

"Para que un padre y su hijo puedan dialogar fructíferamente se requiere cierta voluntad de ponerse en el lugar del otro. Por eso, Chucho, al que conocemos por su ejecución poderosa y a veces algo desmesurada, ajusta más su estilo, sin sacrificar lo esencial. Y Bebo, rey de la elegancia, se anima a improvisar con más temeridad que la habitual...Pero lo que aquí realmente importa es que dos generaciones del piano cubano decidieron juntarse para siempre."

Sergio Pujol en la Revista Ñ, Año VI. Nº 302. Sábado 11 de julio de 2009.

lunes, 13 de julio de 2009

No desperdicies...




"Un río de cosas fluye entre las manos; nos movemos entre bosques de cosas vistas y no vistas, nos refugiamos en ellas, las dejamos que vayan poco a poco ocupando los espacios más privados de la vida, los más íntimos, el cajón del escritorio y el de la mesa de noche, los armarios, los altillos a los que sólo se accede tanteando a ciegas, cada palmo de la casa, cada superficie. El río de las cosas llega a las manos y se va de ellas en una corriente que no cesa nunca, y en cuya permanencia nadie repara: cuántas cosas has tocado, guardado, escogido, descartado, a lo largo de un solo día; cuántas, ya innumerables, en una sola semana; cómo sería haber conservado todas y cada una de las cosas que has tenido fugaz o perdurablemente en el tiempo de toda tu vida: qué armarios harían falta para amontonarlas, qué salas para exponerlas metódicamente, quizás en orden cronológico o en orden temático, sin olvidar ninguna, sin establecer jerarquías, sin empeñarse en esa superstición tan humana, la de corregir el pasado..."

"En China, hacia los mismos años en que Warhol inventaba el reino frívolo y gustoso del pop, prolongando en el fondo una tradición muy americana de celebración de lo terrenal y lo común, muchas personas lo guardaban obsesivamente todo no por fetichismo de los objetos ni por resistencia vana al paso del tiempo sino por pura necesidad. La Revolución Cultural, que tanta admiración despertaba entre los desnortados y malcriados hijos de la prosperidad en Occidente, fue un metódico cataclismo que arrasó con todo, y que forzó a la gente pobre al remedio extremo de no desprenderse nunca de nada. No Desperdicies, era la consigna. Llegado el momento la cosa en apariencia menos valiosa o más precaria podía servir para algo: una bolsa de plástico, un manojo de llaves oxidadas, el recipiente de cartón de una docena de huevos, el de un yogur, una pila agotada, un cordón de zapato, una muñeca de plástico, un trozo de cable, el tapón de un bote de refresco..."


La vida en las cosas por Antonio Muñoz Molina
En el suplemto Babelia del Diario El País(ESpaña)a propósito de la exposición del artista Song Dong en el MOMA, EE.UU

domingo, 12 de julio de 2009

Un conte de Noël


Deliciosamente magistral. Mathieu Amalric en el film "El primer día del resto de nuestras vidas", del director francés Arnaud Desplechin.


"He sido tan despreciado en mi vida, que llego a creer que es lo que deseo"

"Todo tendrá su reparación"

sábado, 11 de julio de 2009

Literatura, ¿para qué?...




No me acuerdo de la Primera Guerra Mundial pero la leí hace tiempo.
No me acuerdo de mi primer viaje a Acapulco pero sí de haber leído Crónica de una muerte anunciada en la vieja carretera interminable.
No me acuerdo de ninguna mujer de principios de siglo que no sea Margarita.
No me acuerdo de qué color era el sillón en el que escuché caer el hacha de Raskólnikov. Un sonido apagado que aún corta en mis oídos.
No me acuerdo de ningún cacique mexicano que no se parezca a Pedro Páramo.
No me acuerdo de ninguna cuerda que no haya ahorcado a un inocente.
No me acuerdo de cien años a menos que estén tan apretados.
No me acuerdo de ninguna fuga que no haya sido interminable.
No me acuerdo ya de mis amigos, mejor me acuerdo de Dunois, Billard y el señor Lacaze.
No me acuerdo de haber olido nunca un cadáver, sé que huele a podredumbre, a leche fermentada, al elíxir de las hienas.
No me acuerdo de haber entrado en un panteón sino era en busca de Balzac, Cioran, Duras.
No me acuerdo de más tristes tigres que de tres.
No me acuerdo de ningún lunes que no sea aquel en que se inició la eternidad.
No me acuerdo de haber querido ir a África hasta que se volvió una cuestión personal.
No me acuerdo qué gritaban en la calle mientras Bartleby se negaba nuevamente a hacerlo.
No me acuerdo de la metempsicosis aunque sé que puede llegarse a ella enlazando una jarcia.
No me acuerdo de la Caja de Pandora pero sí de la idiotez de Epimeteo.
No me acuerdo de ninguna tentación que no nazca del amor por el fracaso.
No me acuerdo de ningún silencio que no esconda un ruido de fondo.
No me acuerdo qué estaba comiendo mientras cortaban la cabeza a Damasceno.
No me acuerdo de 1984 aunque recuerdo 1984.
No me acuerdo de ninguna vida que no sea minúscula.
No me acuerdo de un viaje mejor que del que lleva de la cama al escritorio.
No me acuerdo de un calor tan sofocante como el capaz de derretir un par de alas en el aire.
No me acuerdo del lugar en que se encuentra el Mississippi, me acuerdo de que ruge como mil fierros chocando.
No me acuerdo de mejor comedia que la nuestra.
No me acuerdo de París más que de noche.
No me acuerdo de ningún viejo que no sea un pobre Rey Lear.
No me acuerdo de haber oído insultos que los que repite siempre Parra.
No me acuerdo de ninguna infancia apacible.
No me acuerdo de haber visto una serpiente que no se alimentara de elefantes.
No me acuerdo del frío de la nieve, sí del riesgo de no atinar a encender unos cerillos.
No me acuerdo de haber estado en presencia de un oso y aún me aterra el filo de sus garras.
No me acuerdo de haber despertado con la nota de una mujer en la almohada pero Carlota me dejó una nota que decía: Volveré al medio día. Y después de su inicial: O quizá más tarde.
No me acuerdo de haber visto los colores hasta haber leído Para siempre.
No me acuerdo de haberme asomado al agujero hasta que encontré a mi Alicia en su caída.

EMILIANO MONGE
En Suplemento Babelia del Diario El País (España)

viernes, 10 de julio de 2009

El Otro, el Mismo



A primera vista, el mundo parece una multitud de soledades amuchadas, todos contra todos, sálvese quien pueda; pero el sentido común, el sentido comunitario, es un bichito duro de matar. La esperanza todavía tiene quien la espera, alentada por las voces que resuenan desde nuestro origen común y nuestros asombrosos espacios de encuentro.

Yo no conozco dicha más alta que la alegría de reconocerme en los demás. Quizás ésa es, para mí, la única inmortalidad digna de fe. Reconocerme en los demás, reconocerme en mi patria y en mi tiempo, y también reconocerme en mujeres y hombres que son compatriotas míos, nacidos en otras tierras, y reconocerme en mujeres y hombres que son contemporáneos míos, vividos en otros tiempos.

Los mapas del alma no tienen fronteras.

* Palabras dichas en Montevideo anoche, cuando Galeano fue condecorado con la Orden de Mayo de la República Argentina.


http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/2-14515-2009-07-10.html

jueves, 9 de julio de 2009

Lanterna dos afogados

´




Cuando está oscuro
y ya nadie te oye
cuando cae la noche
y no parás de llorar
Al final del túnel
de los desahuciados
hay un puerto abierto
a quien ansía llegar

Yo estaré en el faro
de los ahogados
Te estaré esperando,
no vayas a demorar


Una noche larga
de una vida corta
pero no me importa
basta poderte ayudar

Y son tantas marcas
que ya forman parte
del que soy ahora
pero no pienso aflojar


Yo estaré en el faro
de los ahogados
Te estaré esperando
no vayas a demorar

lunes, 6 de julio de 2009

Albert Einstein, dixit




Curiosa es nuestra situación de hijos de la Tierra. Estamos por una breve visita y no sabemos con qué fin, aunque a veces creemos presentirlo. Ante la vida cotidiana no es necesario reflexionar demasiado: estamos para los demás. Ante todo para aquellos de cuya sonrisa y bienestar depende nuestra felicidad; pero también para tantos desconocidos a cuyo destino nos vincula una simpatía.

Pienso mil veces al día que mi vida externa e interna se basa en el trabajo de otros hombres, vivos o muertos. Siento que debo esforzarme por dar en la misma medida en que he recibido y sigo recibiendo. Me siento inclinado a la sobriedad, oprimido muchas veces por la impresión de necesitar del trabajo de los otros. Pues no me parece que las diferencias de clase puedan justificarse: en última instancia reposan en la fuerza. Y creo que una vida exterior modesta y sin pretensiones es buena para todos en cuerpo y alma.

No creo en absoluto en la libertad del hombre en un sentido filosófico. Actuamos bajo presiones externas y por necesidades internas. La frase de Schopenhauer: “Un hombre puede hacer lo que quiere, pero no puede querer lo que quiera”, me bastó desde la juventud. Me ha servido de consuelo, tanto al ver como al sufrir las durezas de la vida, y ha sido para mí una fuente inagotable de tolerancia. Ha aliviado ese sentido de responsabilidad que tantas veces puede volverse demasiado en serio, ni a mí mismo ni a los demás. Así, pues, veo la vida con humor.

No tiene sentido preocuparse por el sentido de la existencia propia o ajena desde un punto de vista objetivo. Es cierto que cada hombre tiene ideales que lo orientan. En cuanto a eso, nunca creí que la satisfacción o la felicidad fueran fines absolutos. Es un principio ético que suelo llamar el “Ideal de la Piara”.

Los ideales que iluminaron y colmaron mi vida desde siempre son: bondad, belleza y verdad. La vida me habría parecido vacía sin la sensación de participar de las opiniones de muchos, sin concentrarme en objetivos siempre inalcanzables tanto en el arte como en la investigación científica. Las banales metas de propiedad, éxito exterior y lujo me parecieron despreciables desde la juventud.

Hay una contradicción entre mi pasión por la justicia social, por la consecución de un compromiso social, y mi completa carencia de necesidad de compañía, de hombres o de comunicaciones humanas. Soy un auténtico solitario. Nunca pertenecí del todo al Estado, a la Patria, al círculo de amigos, ni aun a la familia más cercana. Si siempre fui extraño a esos círculos es porque la necesidad de soledad ha ido creciendo con los años.

El que haya un límite en la compenetración con el prójimo se descubre con la experiencia. Aceptarlo es perder parte de la inocencia, de la despreocupación. Pero en cambio otorga independencia frente a opiniones, costumbres y juicios ajenos, y la capacidad de rechazar un equilibrio que se funde sobre bases tan inestables.

Mi ideal político es la democracia. El individuo debe ser respetado en tanto persona. Nadie debería recibir un culto idolátrico. (Siempre me ha parecido una ironía del destino el haber suscitado tanta admiración y respeto inmerecidos. Comprendo que surgen del afán por comprender el par de conceptos que encontré, con mis escasas fuerzas, al cabo de trabajos incesantes. Pero es un afán que muchos no podrán colmar.)

Sé, claro está, que para alcanzar cualquier objetivo hace falta alguien que piense y que disponga. Un responsable. Pero de todos modos hay que buscar la forma de no imponer a dirigentes. Deben ser elegidos.Los sistemas autocráticos y opresivos degeneraron muy pronto. Pues la violencia atrae a individuos de escasa moral, y es ley de la vida el que a tiranos geniales sucedan verdaderos canallas.

Por eso estuve siempre contra sistemas como los que hoy priman en Italia y Rusia. No debe atribuirse el descrédito de los sistemas democráticos vigentes en la Europa actual a algún fallo en los principios de la democracia, sino a la poca estabilidad de sus gobiernos y al carácter impersonal de las elecciones. Me parece que la solución está en lo que hicieron los Estados Unidos: un presidente elegido por tiempo suficientemente largo, y dotado de los poderes necesarios para asumir toda la responsabilidad. Valoro en cambio en nuestra concepción del funcionamiento de un Estado, la creciente protección del individuo en caso de enfermedad o de necesidad materiales.

Para hablar con propiedad, el Estado no puede ser lo más importante: lo que es el individuo creador, sensible. La personalidad. Sólo de él sale la creación de lo noble, de lo sublime. Lo masivo permanece indiferente al pensamiento y al sentir.

Con esto paso a hablar del peor engendro que haya salido del espíritu de las masas: el ejército al que odio. Que alguien sea capaz de desfilar muy campante al son de una marcha basta para que merezca todo mi desprecio; pues ha recibido cerebro por error: le basta con la médula espinal. Habría que hacer desaparecer lo antes posible a esa mancha de la civilización. Cómo detesto las hazañas de sus mandos, los actos de violencia sin sentido, y el dichoso patriotismo. Qué cínicas, qué despreciables me parecen las guerras. ¡Antes dejarme cortar en pedazos que tomar parte en una acción tan vil!

A pesar de lo cual tengo tan buena opinión de la humanidad, que creo que este fantasma se hubiera desvanecido hace mucho tiempo si no fuera por la corrupción sistemática a que es sometido el recto sentido de los pueblos a través de la escuela y de la prensa, por obra de personas y de instituciones interesadas económica y políticamente en la guerra.

El misterio es lo más hermoso que nos es dado sentir. Es la sensación fundamental, la cuna del arte y de la ciencia verdaderos. Quien no lo conoce, quien no puede asombrarse y maravillarse, está muerto. Sus ojos se han extinguido. Esta experiencia de lo misterioso –aunque mezclada de temor– ha generado también la religión. Pero la verdadera religiosidad es saber de esa Existencia impenetrable para nosotros, saber que hay manifestaciones de la Razón más profunda y de la Belleza más resplandeciente sólo asequibles en su forma más elemental para el intelecto.

En ese sentido, y sólo en ése, pertenezco a los hombres profundamente religiosos. Un Dios que recompense y castigue a seres creados por él mismo, que, en otras palabras, tenga una voluntad semejante a la nuestra, me resulta imposible de imaginar. Tampoco quiero ni puedo pensar que el individuo sobreviva a su muerte corporal, que las almas débiles alimentan esos pensamientos por miedo, o por un ridículo egoísmo. A mí me basta con el misterio de la eternidad de la Vida, con el presentimiento y la conciencia de la construcción prodigiosa de lo existente, con la honesta aspiración de comprender hasta la mínima parte de razón que podamos discernir en la obra de la naturaleza.

Las Primas




En aquel diciembre de 2007, muchos seguidores del suplemento Radar de Página/12 celebramos, y disfrutamos, "Las primas" de Aurora Venturini.

En estos días, volví a celebrar, por fin, cuando salió a mi encuentro desde las bateas de la librería, la edición de Mondadori que está viajando por España y que, con los meses, lo hará por Italia y Francia.

Aurora tenía 85 años cuando -en diciembre de 2007- el jurado integrado por Juan Boido, Juan Forn, Rodrigo Fresán, Alan Pauls, Sandra Russo, Guillermo Saccomanno y Juan Sasturain, le otorgó el Premio de Nueva Novela Página/12.

Las primas es una “novela única, extrema, de una originalidad desconcertante, que obliga al lector a hacerse muchas de las preguntas que los libros suelen ignorar o mantener cuidadosamente en silencio”, dijo el jurado.

Aquí, un fragmento. En las librerías, la novela completa los espera.

"Mi mamá era maestra de puntero de guardapolvo blanco y muy severa, pero enseñaba bien en una escuela suburbana donde concurrían chicos de clase media para abajo y no muy dotados. El mejor era Rubén Fiorlandi, hijo del almacenero. Mi mamá ejercitaba el puntero en la cabeza de aquellos que se hacían los graciosos y los mandaba al rincón con orejas de burro hechas de cartón colorado. Raramente un malportado reincidía. Mi madre opinaba que la letra con sangre entra, en tercer grado la llamaban “la señorita de tercero” pero estaba casada con mi papá que la abandonó y nunca volvió a casa a cumplir obligaciones de pater familia. Ella asumía tareas docentes turno mañana y regresaba a las dos de la tarde. La comida ya estaba hecha porque Rufina, la morochita que oficiaba de ama de casa, muy consecuente sabía cocinar. Yo estaba harta de puchero todos los días. En el fondo cacareaba un gallinero que nos daba de comer y en la quintita brotaban zapallos milagrosamente dorados soles desbarrancados y sumergidos desde alturas celestiales a la tierra, crecían junto a las violetas y raquíticos rosales que nadie cuidaba, ellos insistían en poner la nota perfumada en aquel albañal desgraciado.

Nunca confesé que aprendí a leer la hora en las esferas de los relojes a los 20 años. Esta confesión me avergüenza y me sorprende. Me avergüenza y sorprende por lo que ustedes sabrán de mí después, y vienen a mi memoria muchas preguntas. Especialmente viene a mi memoria la pregunta: ¿qué hora es? Verdad de verdades. Yo no sabía la hora y los relojes me espantaban como el rodar de la silla ortopédica de mi hermana.

Ella, más cretina que yo, sí sabía leer la esfera de los relojes aunque ignorara leer en libros. No éramos comunes, por no decir que no éramos normales.

Rum... rum... rum... murmuraba Betina, mi hermana paseando su desgracia por el jardincillo y los patios de laja. El rum parecía empaparse en las babas de la boba que babeaba. Pobre Betina. Error de la naturaleza. Pobre yo, también error y más aún mi madre que cargaba olvido y monstruos.

Pero todo pasa en este mundo inmundo. Por eso no es lógico afligirse demasiado por nada ni por nadie. A veces pienso que somos un sueño o pesadilla cumplida día a día que en cualquier momento ya no será, ya no aparecerá en la pantalla del alma para atormentarnos (...)"

domingo, 5 de julio de 2009

The Visitor





Walter Vale(encarnado por el inmenso actor Richard Jenkins)esgrime, para todos los espectadores, su última y gran lección: estamos obligados a encontrar nuestro propio "ritmo" de vida. Es urgente.

Spregelburg, dixit





Aquí les dejo tres estractos del interesantísimo, e iluminador, reportaje al dramaturgo Rafael Spregelburgg,en el suplemento Zona del diario Clarín.


Claudio Martyniuk: -¿El teatro es un género solemne?

Rafael Spregelbrug: -Solemnidad se confunde con seriedad, y no es lo mismo. No hay nada más solemne que la televisión, porque solemne es aquel objeto que contiene su propia mirada, que es impermeable a miradas diferentes. Cuando el objeto se mira a sí mismo y no es importante que alguien piense diferente de él, el objeto se constituye como una forma cerrada, casi siempre unívoca, pero no necesariamente seria. Hay disparates televisivos que son muy solemnes porque no parece importarle al objeto que a todos nos parezca una porquería. Por otro lado, se supone que el cine y la televisión son divertidos mientras que el teatro es serio y pertenece todavía al gran arte. Yo pertenezco a una generación que no lo entiende así, y esto tiene que ver con fenómenos sociales.



Claudio Martyniuk: -¿Podría el teatro ser correcto?

Rafael Spregelbrug: -El teatro correcto tiene que ver con lo extraño, lo híbrido, con aquello que delata su afuera como una construcción del poder y que por lo tanto la puede hacer temblequear. Es teatro político, no porque hable de temas de la política sino porque ejecuta un cambio en la mirada de quienes asisten. Nunca pienso lo correcto en términos de hacer reír o reflexionar; no es ésa la verdadera oposición



Claudio Martyniuk: -Entretenimiento y diversión en el teatro, ¿son efectos menores?

Rafael Spregelbrug: -Entretener es una palabra atractiva: tener entre dos polos a veces inconciliables -lo serio versus lo bizarro, lo real versus lo fantástico- y, por estar en un lugar intermedio e híbrido, tiene a veces la capacidad de generar reflexiones que no se te ocurrirían desde uno de esos polos. Y divertir es desviar, otro aspecto positivo de la creación. En el común de la crítica, divertido suena peyorativo porque supone que no te está dando una lección importante para la vida, es decir, que uno se va del teatro sin haberse llevado nada profundo. Lo cierto es que todo teatro que no establezca una relación con su presente, una capacidad de confrontación con su afuera, sólo genera banalidad. Yo hablaría en ese sentido más bien de un teatro banal y de un teatro entretenido, que desestabiliza el sentido común y hace que aumente el sentido y que nuestra relación con el presente adquiera mayor profundidad.


Para leer la nota completa entrar a

Para conocer a Spregelburg y su dramaturgia pueden asistir a la puesta de "Acassuso"
y "Lúcido" en el Teatro Andamio '90 - http://www.andamio90.org/

La última estación





Hay días para quedarse a mirar,
hay días en que hay poco para ver,
hay días sospechosamente Light,
Hay un deseo que pido siempre que pasa un tren.


-Andrés Calamaro -






Los trenes volverán, como vuelven los días, los meses, las estaciones ...
Los trenes volverán, para seguir uniendo pueblos, regiones y ciudades y ...
Los trenes volverán, como van y vuelven, los pasajeros, las cargas y mensajes ...
Los trenes volverán, simplemente, por el placer de viajar:
Como el agua, la luz o el amor, no es posible vivir sin ellos.


-Fernando Pino Solanas -


Sitio oficial de "Pino"
http://www.pinosolanas.com/proxima_estacion_info.htm

sábado, 4 de julio de 2009

Big Fish




Contando la historia de mi padre es imposible separar los hechos de la ficción, el hombre del mito.
Lo mejor que puedo hacer es contarla de la forma que él me la contó


Hay ciertos peces que nadie puede pescar.
No es que sean más rápidos ni más fuertes que los demás.
Nada más tiene algo extra.


¿Has oído un chiste tantas veces que te olvidás por qué es chistoso? Luego lo volvés a oir y de repente es nuevo. Te acordás porqué te encantaba.


Un hombre cuenta sus historias tantas veces que se convierte en las historias.Siguen vivas después de él y de este modo, él se vuelve inmortal.


Tim Burton

viernes, 3 de julio de 2009

Julio




"Pensad estas palabras. Aprender a pensar Difícil es, Cuando se es niño, pero vosotros
habéis dejado atrás la infancia, y tenéis el deber de pensar vuestro destino. La palabra patria, tantas veces escuchada, No puede ser ya una mera palabra. Descubrir debéis a la patria en vosotros mismos, vosotros que sois Comprender la patria. Ese día el mar Ojalá que ya el día de hoy para todos y cada uno-las cosas dejarán de ofreceros Dificultades y dudas. Cuando se decida la propia conducta, parece como si un gran camino se abriera ante la mirada, Invitando a la marcha. Ese, que es el gran camino de la Argentina llevando A UN progreso cada vez alcalde, vosotros tenéis que encontrarlo. Nadie anduvo por él sin descubrirlo primero en su propio corazón. Y la patria se alegra cada vez que uno de sus hijos jóvenes Abre los Ojos A ese sendero. Encontradlo y peinad por él, que ya es la hora ... "

"Discurso del Día de la Independencia" en papeles Inesperados de Julio Cortázar. Ed. Alfaguara.