domingo, 6 de junio de 2010

El futuro de la memoria




“El alma es, fundamentalmente, memoria. Si uno pierde la memoria, pierde, al mismo tiempo, la continuidad de sí mismo.”
Una cultura es la memoria y el alma de una determinada comunidad. Como tal, juega siempre sobre un doble proceso de conservación y eliminación. “La cultura nos cuenta que una vez existió la batalla de Waterloo. Es importante saber quién venció y quién fue derrotado, pero no es relevante saber el nombre de todos los soldados franceses que participaron”, dice Eco

“Internet representa una cultura que no deja nada en latencia y que vive del propio exceso. Esta abundancia impide entender qué datos debemos conservar y cuáles descartar”, alerta. Por Internet navegan millones de personas sin criterio para seleccionar la información, indica Eco, que prevé el riesgo de tener en el futuro millones de enciclopedias. “Nuestras fuentes son confusas, con Wikipedia como el máximo ejemplo. Son construidas y corregidas siempre desde abajo, desde el usuario.” Y subraya: “En esta época de digitalización difusa, podemos perder de vista la enciclopedia común para encontrarnos con seis millones de enciclopedias individuales, una distinta de la otra, en las que las nociones compartidas se perdieron”.

No tenemos evidencia científica de la duración en el tiempo de nuestros soportes magnéticos, más bien tenemos la certeza de que no duran. Sólo tenemos pruebas de que el papiro resiste dos mil años y la hoja del libro, unos quinientos. Allí están los incunables. En cambio, no tenemos ya computadoras que lean los viejos floppy disk. Pronto no habrá computadoras que lean los CD-ROM. La hoja nos da garantías, mientras el soporte electrónico no. Basta que haya una desmagnetización general o que un empleado se olvide de digitalizar los contenidos de nuestros bancos de datos y quedamos todos alzheimerizados.”

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