domingo, 17 de octubre de 2010

A mi viejo querido

Atardecía en el barrio de Boedo
Y el sendero hacia el claro de luna estalló
En una tarde más de cafés, amistad y literatura
Inquietas risas, presentes y recuerdos
Poblaron el incipiente crepúsculo 
Y  la noche derramó su orquestal melodía
Por entre las calles balconeadas te paseabas
junto a Julián Centeya
Y en el dos por cuatro 
Tu sonrisa colonizó mi mirada
como cada día que empiezo y termino. (*)
                                                               


Quisiera amasijarme en la infinita
ternura de mi barrio de purrete
con un cielo cachuzo de bolita
y el milagro coleao del barrilete
Verlo a mi viejo
un tano laburante que la cinchó parejo, limpio y largo
y minga como yo
un atorrante
que la va de "sover"
y se hace el raro
Vino en "Conte Rosso
fue un espiro
tres hijos, la mujer, a más un perro
como un tungo tenáz cinchó de tiro
todo se lo aguantó: hasta el destierro
y aquí palmó
aquí yace adormecido
mi viejo, el pobre tano laburante
se las tomó una cheno de descuido
y nos dejó un recuerdo lacerante
Qué mundo habrá encontrado en su apoliyo
si es que hay un mundo pa los que se piantan
quizás el cuore cuyo se hizo grillo
y su mano cordial es una planta.



Poema "Mi viejo" de Julián Centeya (1910 -1974)


(*) Palabras que escribo a propósito del homenaje a los 100 años del natalicio de Julián Centeya, celebrado en las porteñas esquinas "San Juan y Boedo" con la participación de la Orquesta de Tango de Buenos Aires, dirigida por los maestros Raúl Garello, Néstor Marconi y Juan Carlos Cuacci. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gusta muchísimo la poesía de Julián Centeya. :) Abrazo.

Cris