El último 12 de marzo, Silvio Berlusconi debió enfrentar la realidad. Italia festejaba el 150 aniversario de su creación y en esta ocasión se dio en la ópera de Roma la opera Nabucco de Giuseppe Verdi, dirigida por el maestro Ricardo Muti.
Nabucco es una obra tanto musical como política: evoca el episodio de la esclavitud de los judíos en Babilonia, y el famoso canto "Va pensiero" el el canto del Coro de esclavos oprimidos. En Italia, este canto es símbolo de la búsqueda de libertad del pueblo, que en los años 80 -época en que se escribió la ópera - estaba oprimido por el imperio Habsburgo, y que combatió hasta la ceación de la Italia unificada. Antes de la representación, Gianni Alemanno, alcalde Roma, subió al escenario para pronunciar un discurso denunciando los recortes al presupuesto de cultura que hizo el gobierno, siendo que Alemanno es miembro del partido gobernante y viejo ministro de Berlusconi. Esta intervención política, en un momento cultural de los más simbólicos para Ialia, produciría un efecto inesperado, siendo que Berlusconi en persona había asistido a la representación.
Relatado luego por el Times, Ricardo Muti, director de la orquesta, contó que fue una verdadera velada de revolución: "Al principio, hubo una gran ovación en el público. Luego comenzamos con la ópera. Se desarrolló muy bien hasta que llegamos al famoso canto Va pensiero. Inmediatamente sentí que la atmósfera se tensaba en el público. Hay cosas que no se pueden describir, pero uno las siente. Era el silencio del público que se hacía sentir. Pero en el momento en que la gente se dio cuenta que empezaba el VA Pensiero, el silencio se llenó de verdadero fervor. Se podía sentir la reacción visceral del público ante el lamento de los esclavos que cantan: "Oh patria mía, tan bella y perdida."
Cuando el coro llegaba a su fin, ya se oían en el público varios Bis. El público comenzó a gritar: "Viva Italia" y "Viva Verdi" Gente desde el gallinero comenzaron a arrojar papeles llenos de mensajes patrióticos. Aun cuando ya en una única ocasión había aceptado hacer un Bis para el Va Pensiero en la Scala de Milan en 1986, dado que para Muti la ópera debe ir de principio a fin. "Yo no quería sólo hacer un bis. Tenía que haber una intención especial para hacerlo.", relata. Pero el público ya había despertado su sentimiento patriótico. En un gesto teatral, Muti se dio vuelta y miró al público y a Berlusconi a la vez, y se produjo lo siguiente:
"Sí, estoy de acuerdo con esto. "Larga vida a Italia", pero (aplausos)... Ya no tengo más 30 años y he vivido mi vida, pero en tanto que italiano recorrí mucho el mundo , y hoy tengo vergüenza de lo que sucede en mi país. Entonces accedo a vuestro pedido de un bis para el Va Pensiero nuevamente. No es sólo por la dicha patriótica que siento, sino porque esta noche, cuando dirigía al Coro que cantó "Ay mi país, bello y perdido" , pensé que si seguimos así vamos a matar la cultura sobre la cual se construyó la historia de Italia. En tal caso, nuestra patria, estaría en verdad "bella y perdida"... (Aplausos, inlcuidos los artistas en escena)... Siendo que reina acá un clima italiano, yo, Muti, me calle´la boca muchos años. Quisiera ahora...tendríamos que darle sentido a este canto; estamos en nuestra casa, el teatro de Roma, y con un coro que cantó magníficamente bien y que acompañö espléndidamente, si quieren, les propongo unirse a nosotros para que cantemos todos juntos. Entonces invitó al público a cantar con el coro de esclavos. "Vi grupos de gente levantarse. Toda la ópera de Roma se levantó."
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