Tarsila do Maral
"(...) la otredad del Otro revela una condición trágica e insoluble de la condición humana. La otredad del Otro es aquello que establece al Otro en mis antípodas, que lo privilegia como objeto central de mi odio, que puede hacer de mí muchas cosas que no desearía ser. No ser un asesino, por ejemplo. Cuando la otredad del Otro llega a su extremo intolerable para aquel que lo considera su Otro, la más frecuente solución es matarlo. El odio con que muchos hablan de eso que hoy han establecido como el Otro lleva a preguntarse a qué extremo serían capaces de llegar. Sobre todo porque el Otro del que hablan no los afecta directamente. Ya sabemos que la Argentina se ha deslizado de un Otro a Otro y a Otro: el gauchaje federal, el malón, la inmigración, el cabecita negra, la guerrilla, los piqueteros, etc. Siempre se necesita otro. Alguien en quien depositar el odio. Hoy, el Otro es el inmigrante. No sólo aquí. La furia es generalizada. El muro que levanta Bush contra los mexicanos. Los musulmanes de Sarkozy. Los “indeseados” de Berlusconi.(...)"
"(...) El argentimedio no quiere estar donde está. Necesita algo que le dé importancia. Que haga de él algo distinto de lo que es. Sale de esta situación por medio de Otro a quien odiar. “¡Nos vienen a robar el país!” dice el argentimedio de los bolivianos, los paraguayos y los peruanos, a los que ha bautizado con nombres despectivos. Bolitas a los bolivianos, por dar un ejemplo.(...)"
"¡Qué enorme favor le ha hecho la otredad del Otro! La otredad es todo aquello que hace que el Otro sea el Otro. El Otro es negro, es feo, es sucio, es extranjero, es un invasor. El, no. El es argentino. Con el solo hecho azaroso de haber nacido aquí le alcanza. No necesita hacer nada más. Es argentino. Y el bolita le ha permitido sentir que la Argentina es suya. Tanto lo necesita que –si no existiera–, tendría que inventarlo. Sartre, en su ensayo sobre la cuestión judía, dice que si el judío no existiera, el antisemita lo inventaría. Lo mismo aquí: si el bolita no existiera, el argentimedio, el argentimedio(cre), el xenófobo, el racista, ese hombre pequeño que necesita odiar para existir, lo inventaría."
*Fragmentos de la "Contratapa" escrita por José Pablo Feinmann en el diario Página/12. Ir al texto completo.
"(...) El error más grave de las clases medias xenófobas hacia los bolivianos y hacia los pobres en general, es la idea de que a la gente lo que más le gusta es protestar y hacer lío. Cuando eran los movimientos de desocupados decían que a los piqueteros los que más le gustaba era cortar rutas; cuando hay huelga docente creen que a los docentes les fascina estar de huelga; cuando hay ocupaciones de terrenos creen que la están pasando bárbaro o que se están robando una propiedad privada. Es toda una visión distorsionada. Imaginate si tenés que optar entre tres cosas: uno, tener una ventanilla en la cual puedas solicitar y en un tiempo razonable te van a dar una respuesta para que adquieras una tierra, una vivienda; dos, tener que salir a ocupar un predio de donde sabés que te pueden echar a vos y a tu familia dentro de 20 años o en cualquier momento, y tres, ponerte a vivir en una esquina debajo de la lluvia con tu familia… No es viable vivir en la calle debajo de un puente y la ventanilla no está. Entonces tienen que abrir ventanillas en todos lados. Con respuestas políticas, no hay asentamientos."
*Fragmento de la entrevista al antropólogo Alejandro Grimson, publicada en el diario Miradas al Sur. Ir al texto completo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario