(...) ¿Quién hará la historia de las lágrimas? ¿En qué sociedades, en qué tiempos se ha llorado? ¿Desde cuándo los hombres (y no las mujeres) ya no lloran? ¿Por qué la "sensibilidad" en cierto momento se ha vuelto "sensiblería"? (...)
(...) ¿Quién es ese "yo" que tiene "lágrimas en los ojos"? ¿Quién ese otro que, un día, estuvo "al borde de las lágrimas"? ¿Quién soy yo, que lloro "todas las lágrimas de mi cuerpo"?, ¿o que vierto al despertar "un torrente de lágrimas"? (...)
Me pongo a llorar para probarme que mi dolor no es una ilusión: las lágrimas son signos, no expresiones. A través de mis lágrimas cuento una historia, produzco un mito del dolor y desde ese momento me acomodo a él: puedo vivir con él, porque, al llorar, me doy un interlocutor enfático que resume el más "verdadero" de los mensajes, el de mi cuerpo, no el de mi lengua. "Las palabras ¿qué son? Una lágrima dirá más".
Roland Barthes
Fragmentos de un discurso amoroso
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