lunes, 26 de diciembre de 2011

Balance

En una semana más, exactamente, se cumplirían dos meses sin escribir en el blog.

Al 2 de noviembre, última entrada, llevaba algo más de un mes en Buenos Aires, después de emprender un viaje al que deseaba ir para cerrar una etapa, un duelo; un viaje que -al acercarse la fecha de partida- no quería abordar; un viaje que emprendí -finalmente- para "Nacer/me", literalmente; un viaje que me devuelve, en una semana, exactamente, al sitio que hace tres meses me vio partir.

Vivir es un viaje. Nacer lo es. Morir también.

La literatura es un viaje. Una palabra lo es. Un silencio también.

Desde el 2 de noviembre espero una idea qué contar o subir al blog (hubo qué contar, hubo qué subir). O un sentimiento -los hay, y muchos. Una imagen. Una melodía. Algo que compartir.

No tengo mucha idea de quiénes siguen a Laliebredorada, me llegan los comentarios, algunos están publicados.

En esta tarde, post Navidad, leo mi correo electrónico. Y qué suerte haberlo hecho.

Porque mientras me debato entre emociones -propias y ajenas-, distancias que quizás comiencen a crecer, afectos que abrazan entre lágrimas, sinceros deseos de felicidad, brindis por lo porvenir, rezos compartidos, los talleristas de Laliebredorada me escriben.

Ellos escriben y yo entiendo.

Entiendo qué es la docencia.
Comprendo el lugar que ocupa en mi vida.
Entiendo en qué consiste acercar la literatura, tenderla como quien extiende una caricia o un mantel.
Recuerdo de qué me salvó, y me salva cada día cuando la abro hacia los demás, hacia mi misma, hacia el Universo, bendito, porque a su tiempo, devuelve.

No le consulté a Germán si me permite copiar su mensaje, lo haré de todas maneras, por él, porque además es un magnífico ejercicio de escritura. Y porque en sus palabras reunidas en oraciones brevísimas supo condensar un año de trabajo con la palabra, de crecimiento, de lecturas (diversas, intensas, complejas, divertidas). Un año de encuentros semanales entre café, música, literatura y afecto. Y porque en sus palabras -de alguna manera- están Micaela, Lucía, Daniela, Laura (con su apoyo logístico), etc., etc.

Aquí estaremos el próximo año. Haciendo del vínculo con la literatura algo más que un "hobby", que un pasatiempo. Será un dejarnos llevar y estar. Será.

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