miércoles, 29 de septiembre de 2010

Una mujer. Un hombre

una mujer
se mueve en el denso fluir de sus instintos
sabe quebrar
la cáscara de una intención
una mujer
abarca por fragmentos la totalidad
y nunca es la misma


un hombre
sube al misterio en una extrema progresión
descubre el sentimiento
acorralado en un límite
el resto
lo filtra en el pensar


una mujer
es a la vez su historia
y lo que aún no ha conocido
sabe ordenar lo que no ve


un hombre
arriba al corazón del mundo
en cada vértice de su conocimiento
se instala en lo que ve
y se proyecta


una mujer es todas las mujeres
pero es única
un hombre es todos los hombres
pero es único


un hombre y una mujer
nunca se conocen
saben suponer
saben crear sobre el malentendido
son cada uno
mitad secreto
mitad vacío


un hombre y una mujer
a lo largo de cientos de actos cotidianos
cruzan información
dejan la vida escrita
en el borde de las tazas


cada día se escribe
cada día se lava


*Poema "En el borde de las tazas" de Laura Yasan  del libro Cambiar las Armas. Ed. Botella al Mar. 1997 (Prólogo de Jorge Boccanera)

lunes, 27 de septiembre de 2010

Cultura contra la impunidad


Hasta cuándo, pregunta, exige cada uno de ellos, al terminar. Un repaso por lo ocurrido sólo durante las últimas dos semanas en lo que atañe a la Memoria Histórica empieza a acercar respuestas: fueron exhumados cuerpos de fusilados durante el franquismo en fosas de Granada, Toledo, Cazalla de la Sierra (Sevilla) y Málaga. Al devenir del juicio contra Baltasar Garzón –promotor fundamental de las investigaciones– y el revuelo judicial que provocó la medida, se ha sumado la reapertura de la causa en la Argentina por los crímenes cometidos durante la Guerra Civil. “La democracia no puede seguir ignorando esta tragedia y caminando sobre el vacío –ha dicho Almudena Grandes–. Esto no es un ejercicio nostálgico, sino una llamada a la reflexión sobre el tipo de país que queremos ser.”

Sólo hay una

Dicen que hay

dos clases de mujeres:
las que te cobran y
las que te lo hacen pagar.

La que yo digo es de clase única.

No tiene
caja habilitada y ya gastó
su talonario de facturas
en el último ejercicio
registrado en común.
Ahora sólo espera
que yo llegue
regalado.

Dicen que hay
dos clases de regalos:
los que se esperan y
los que se hacen esperar.

El que yo digo es de clase única.

Se empaqueta
solo
se pone
el moño desde adentro y
se arrima
a la puerta de su amor
a esperar que le abran.

Dicen que hay
dos clases de amor:
el que te mata y
el que no te deja vivir.

El que yo digo es de clase única.

Pasta en la reserva
para animales
en vías de extinción,
se cuida
con fervor de resucitado y ya
no muerde:
come de la mano y hasta
se deja domesticar sin que
se le marchiten
los colores
o lo espante
la muerte.

Dicen que hay
dos clases de muerte
pero no es cierto:
sólo hay una
y ya pasó.

*Juan Sasturain hoy en "Contratapa" de Página/12
*En la imagen, "Observatory Time-The Lovers" de Man Ray.

domingo, 26 de septiembre de 2010

La lectura

–¿Cómo concibe la práctica de ese viaje inmóvil que promueve la lectura?

–La idea de una lectura “pura”, de alguien que abre un libro y se sumerge en ese libro de la primera a la última página, es inexistente. Todos nosotros leemos de a trozos, mientras vamos viviendo y el mundo sigue andando. Creo que mi deseo fue colocar un espejo frente al acto de la lectura, no para mostrarlo como un proceso coherente, unánime, sino fragmentario, como una parte más de la vida. Tiene la misma validez que, por ejemplo, al contemplar un atardecer precioso; eso se va a sentir de una manera especial, y será expresado en este mismo sentido a la persona con la que esté. De la misma forma, la lectura de ciertos textos se comunica con nuestras actitudes cotidianas, y nuestras actitudes cotidianas influyen sobre lo que estamos leyendo. Leer un libro cualquiera estando de vacaciones, en una playa, sin pensar en nada, es una cosa y tendrá un resultado muy distinto a hacerlo, por ejemplo, si uno aborda el mismo texto después de perder a una persona amada.

–¿La lectura en estos tiempos de vértigo, puede entenderse como un arte anacrónico?

–Bueno, anacrónico no, porque la lectura tiene su propio tiempo. Cada texto determina su ritmo de acuerdo a su relación con el lector, a veces puede resultar más lento, a veces más rápido. Ciertamente la lectura profunda no se ve facilitada por los valores que nuestra sociedad promociona: velocidad, brevedad, superficialidad, inmediatez, no son justamente cualidades de la lectura, más bien todo lo contrario. Pero, nuevamente, podemos elegir. Desde luego, encontrar los lugares o situaciones que permiten una lectura profunda en nuestra sociedad se hace cada vez más difícil. Creamos la ilusión de lectura en un medio que no se presta a la lectura, del mismo modo en que creamos la ilusión de una conversación en un medio que no es apto para la misma.

–Con el desarrollo de las nuevas tecnologías, asistimos una vez más a toda una serie de profecías que le pusieron al libro fecha de vencimiento. ¿Cuál es su percepción al respecto?

–Es un fenómeno que suele darse con cierta frecuencia. Cuando miramos la historia del libro o de la lectura, es importante evitar la cronología convencional, yendo de lo más primitivo a lo más elaborado, de lo peor a lo mejor, porque nunca son ciertas estas categorías. Recuerdo que entre los primeros incunables que produce la imprenta de Gutenberg hay complejísimos libros que incorporan aparatos mecánicos recortados, soportes que aparecían pegados, es decir, toda una serie de elementos que volvieron a aparecer en el siglo XIX y una vez más recogió el pop art en el siglo XX. Lo que nosotros pensamos como una de las versiones más recientes del libro es también una de las más antiguas. Hoy nos maravillamos con los links y la posibilidad de acceder a hipervínculos, cuando en las primeras biblias presentaban el texto propiamente dicho en el centro de la página, la glosa alrededor, anotaciones de la glosa rodeando, en fin, elementos que ya prefiguraban lo que hoy nos maravilla. Hay que hacer notar que el valor de la invención, de lo absolutamente nuevo, de lo original, es algo reciente, precisamente, nuevo. Hace siglos a nadie le importaba hacer algo nuevo, sino utilizar lo que había en forma algo mejor, en otro contexto. Yo creo que durante mucho tiempo tuvimos un sentido mucho más práctico de lo que es práctico.

Alberto Manguel al ser entrevistado para el diario Tiempo Argentino. Ir al texto.

sábado, 25 de septiembre de 2010











A mi querida amiga
Encarnación López Júlvez
A las cinco de la tarde.
Eran las cinco en punto de la tarde.
Un niño trajo la blanca sábana
a las cinco de la tarde.
Una espuerta de cal ya prevenida
a las cinco de la tarde.
Lo demás era muerte y sólo muerte
a las cinco de la tarde.


El viento se llevó los algodones
a las cinco de la tarde.
Y el óxido sembró cristal y níquel
a las cinco de la tarde.
Ya luchan la paloma y el leopardo
a las cinco de la tarde.
Y un muslo con un asta desolada
a las cinco de la tarde.
Comenzaron los sones de bordón
a las cinco de la tarde.
Las campanas de arsénico y el humo
a las cinco de la tarde.


En las esquinas grupos de silencio
a las cinco de la tarde.
¡Y el toro solo corazón arriba!
a las cinco de la tarde.
Cuando el sudor de nieve fue llegando
a las cinco de la tarde,
cuando la plaza se cubrió de yodo
a las cinco de la tarde,
la muerte puso huevos en la herida
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
A las cinco en punto de la tarde.


Un ataúd con ruedas es la cama
a las cinco de la tarde.
Huesos y flautas suenan en su oído
a las cinco de la tarde.
El toro ya mugía por su frente
a las cinco de la tarde.
El cuarto se irisaba de agonía
a las cinco de la tarde.
A lo lejos ya viene la gangrena
a las cinco de la tarde.
Trompa de lirio por las verdes ingles
a las cinco de la tarde.
Las heridas quemaban como soles
a las cinco de la tarde,
y el gentío rompía las ventanas
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
¡Ay qué terribles cinco de la tarde!
¡Eran las cinco en todos los relojes!
¡Eran las cinco en sombra de la tarde!

"La cogida y la muerte" de Federico Garcia Lorca

*En la imagen, "Las bestias de aquel infierno" de Carlos Alonso.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Y fui feliz

Hay días que se justifican y tienen su "valer la pena" por una sola frase, pronunciada al viento pero grabada a fuego.

Esta mañana, un joven se atrevió -sin permiso- a "revolucionar" la calma del aula que había sido invadida de misteriosas poesías "gelmanianas" y "galeanas", hacia ya varios minutos. Él dijo en un soplo, después de leer "El infierno verdadero" de Juan Gelman: "Las ideas también merecen un porvenir".  Y fui feliz.  


Entre las 5 y las 7,

cada día,
ves a un compañero caer.
No pueden cambiar lo que pasó.
El compañero cae,
y ni la mueca de dolor se le puede apagar,
ni el nombre,
o rostros,
o sueños,
con los que el compañero cortaba la tristeza
con su tijera de oro,
separaba,
a la orilla de un hombre,
o una mujer.
Le juntaba todo el sufrimiento
para sentarlo en su corazón
debajito de un árbol
El mundo llora pidiendo comida
Tanto dolor tiene en la boca
Es dolor que necesita porvenir
El compañero cambiaba al mundo
y le ponía pañales de horizonte.
Ahora, lo ves morir,
cada día.
Pensás que así vive.
Que anda arrastrando
un pedazo de cielo
con las sombras del alba,
donde, entre las 5 y las 7,
cada día,
vuelve a caer, tapado de infinito

 
*En la imagen, "Civilizacion occidental y cristiana" deLeón Ferrari

martes, 21 de septiembre de 2010

Por Rodolfo Fogwill (2)

Otra iluminación de Fogwill en "La Clase"...

El hombre imaginario

vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario


De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios


Todas las tardes tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios


Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario
Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario.

Poema "El Hombre Imaginario" de Nicanor Parra (en la imagen)

lunes, 20 de septiembre de 2010

Por Rodolfo Fogwill

Fogwill siempre me alumbró la mirada literaria. Siempre, pero siempre, me gustó leerlo en sus artículos, en sus entrevistas, en sus reseñas de libros que aparecían publicadas en los distintos suplementos culturales. Su convicción artística, su postura gallarda ante las ideas, su conocimiento de causa, su valentía ante el desafío crítico lector, su desparpajo, todo eso y más me hicieron, en esta tarde, disfrutar de "La Clase" que el escritor brindo por "Canal (á)". Una joyita, si existen. Y el descubrimeinto de un poeta: Daniel Durand.


MARQUINA EN LA MAÑANA REPARANDO LOS RASTROS QUE LA DEBILIDAD LE DEJA CUANDO DUERME



no permitas que nadie te enseñe a escribir, no dejes que nadie te de indicaciones, no te desalientes, no preguntes, aprendé solo, fijate que la inmensa mayoría es basura, que no te guste lo que escribís porque le gusta a la que te gusta, si lo que escribís le gusta a la que querés tirá todo eso, dejá lo que no entendés, no tirés nunca lo que te da vergüenza, poné los nombres verdaderos de tus parientes y amigos, si los cambiás vas a ver que ya no existen, y no se puede escribir de lo que no existe, no dejes que nadie te alabe, cuando te digan que es muy bueno lo que escribís empezá con otra cosa, si se te ocurre un poema escribí en prosa, si te viene una novela, escribí un poemita, nunca corrijas textos que sabés que pueden mejorar , corregí lo que no te acordabas que existía, no te olvides que los bailes están cargados, alguien los puso ahí para que vayas y creás que podés contarlos, escribí de lo que va a pasar como si estuviera pasando, inventá una escritura biográfica, no dejés que la realidad destruya tus papeles, cambiá la realidad para que se parezca a lo que escribís. Si cogés que sea para contarlo, no te encames por amor, nunca, si sufrís que sea para darle existencia a un personaje, no dejés que la experiencia te sirva para algo fuera de la literatura, sé un perro, siempre, apostá al caos, el tiempo después ordena todo, lo junta, la gente le pone nombre a todo lo que hiciste, no hagás caso, de nada, no sirve estar triste por lo que pasa, los que te destruyeron te odian, nunca olvides eso, los que te odian te envidian, no hay vuelta, los que te envidian te aman, y no olvides que esa noche de gloria es eterna y sirve para siempre, nunca vas a poder quejarte. ah, me olvidaba, hay que borrar todo esto…

De “Marquina”, incluido en “El Estado y él se amaron” del poeta concordiense, Daniel Durand.









domingo, 19 de septiembre de 2010

Profesión de fe

"Sí, sí, por lastimado y jodido que uno esté, siempre puede uno encontrar contemporáneos en cualquier lugar del tiempo y compatriotas en cualquier lugar del mundo. 

Y cada vez que eso ocurre, mientras eso dura, uno tiene la suerte de sentir que es algo en la infinita soledad del universo: algo más que una ridícula mota de polvo, algo más que un fugaz momentito."

Eduardo Galeano

Génesis cinéfila






"¿Cómo se convierte uno en director? Primero hay que empezar. Después hay que encontrar a un productor que sea un ser humano. Andre Genovese es un ser humano. Puedo decir de todos mis productores previos que los odiaba, y que ellos me odiaban a mí."

"Durante la Guerra me mandaron al campo. Yo debía tener unos 10 años, y leía novelas de detectives todo el día. Cuando no estaba leyendo, estaba en el cine. Debo haber visto Blancanieves y los siete enanos al menos diez veces entre 1937 y 1940, y creo que influenció mi trabajo un poco. Era un buen film de terror. La muerte de la bruja fue lo mejor que hizo Disney jamás. Por supuesto, el asesinato siempre realza el interés en una película. Hasta una situación banal cobra importancia cuando hay un asesinato involucrado. El asesinato es un área de la actividad humana en la que las decisiones son más cruciales y tienen las mayores consecuencias. No me interesan los quién-lo-hizo. Si uno oculta la culpabilidad de un personaje, está implicando que esa culpa es lo más importante de ese personaje. Yo quiero que el público sepa quién es el asesino, para que podamos considerar su personalidad. No me interesa resolver rompecabezas, sino estudiar el comportamiento humano."

"La burguesía es la única clase que queda. Estoy convencido de que no hay más que dos clases de personas: los burgueses y los que quieren llegar a serlo. Por eso es que ya no existe la lucha de clases: los que están afuera quieren entrar, eso es todo. Así que cuando me señalan que soy crítico de la burguesía, yo pienso más bien que lo que hago es un simple llamado al deber. El hecho de ser la única clase genera deberes. Si tuviera que escenificar mi propia muerte, me gustaría morir víctima de mis defectos o debilidades. Pretendo llegar a la sencillez más absoluta. No hay Nueva Ola, tan sólo el mar."


Fragmento de la sección "Lo que sé" por Claude Chabrol, cineasta frances fallecido el domingo pasado. Para leer el artículo completo, clickear acá.

Génesis literaria

"A mí me parece que a la narración hay que ponerla en problemas. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir una fantasía que tampoco tiene que ver con el valor de los textos. Tengo que tener un desafío cuando me pongo a escribir. Algo que me parezca un experimento, algo que no hice antes. Eso no tiene nada que ver con el valor ni con la admiración que le tengo a escritores que hacen siempre lo mismo y admiro, como Onetti o Saer. Uno ya sabe ahí que va a buscar lo mismo. Pero también me gusta Puig, que nunca sabés por dónde va. Si vos tomás Boquitas Pintadas y la contraponés a Maldición eterna..., pensás que no la escribió la misma persona. Por eso, yo también trato de ver si puedo, en cada novela, hacer algo que no haya hecho antes, sacarme los ritmos y los tonos que aparecen espontáneos. Por ejemplo, en Blanco nocturno hay más ironía en la narración. Más velocidad narrativa."



Fragmento de la entrevista al escritor argentino Ricardo Piglia, publicada en Diario Perfil. Para leer el artículo completo, clickear acá 

sábado, 18 de septiembre de 2010

Mapeo

"La hija de mi amigo me hizo pensar en la importancia que tienen los modos de mapear a los otros. De la misma manera en que un mapa de rutas nos da pistas sobre los caminos a seguir, y nos ayuda a viajar, los modos de mirar y representar a los adolescentes no solo los describen sino también orientan nuestras acciones frente a ellos. Mapeos que etiquetan y estigmatizan a los más jóvenes, que los congelan en imágenes temerarias y amenazantes abonando a la construcción social de diversos miedos. Los medios masivos de comunicación son dispositivos estratégicos en la construcción de mapeos en torno de los jóvenes, las escuelas, las violencias y nos confirman una potente idea que el destacado sociólogo Pierre Bourdieu anticipó hace algunos años: los medios muestran ocultando. Una cámara escondida para estigmatizar adolescentes de una escuela, con la complicidad de un vecino, que mapea solo peligro, me obliga a poner de manifiesto algo de mi condición pedagógica como docente, como adulto, tratando de pensar en la formación de nuestros jóvenes alumnos desde una posición de responsabilidad y no de culpabilización. Se trata de pibes que están atravesando un momento clave y frágil en su propia constitución como sujetos y nosotros, los adultos, podemos posicionarnos de muy diferentes maneras frente a ello. Las cámaras que los señalan como feos, sucios y malos en mapeos que abonan la construcción del otro como una amenaza permanente, cuando lo cierto es que estos jóvenes están en plena construcción, ensayan personajes, se equivocan, se apasionan, provocan, aunque esto resulte incómodo e incluso desconcertante para los adultos que estamos allí."

* Gabriel Brener, para el Suplemento Las/12 del diario Página/12. Para leer el artículo completo clickear acá
*La imagen corresponde al documental "Nos Otros" sobre discriminación, dirigido por Daniel L. Raichijk.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

La salud "de los enfermos"


"Con ciertas excepciones, en cualquier lugar del mundo de cualquier época los estudiantes fueron y son genéricamente sospechosos, o culpables, hasta que demuestren lo contrario. Vagancia, desatención, indisciplina, trampa, a veces violencia, son los caracteres que les confieren a priori. El periodista reniega de ingresar a campos del pensamiento que lo exceden (sociología, psicología social, entre otros, capaces de explicar ese síndrome). Ya cuando el estudiante, considerado en forma individual o a lo sumo respecto de su grupo de pertenencia, pasa a la categoría de “actividad” o, mejor dicho, de “movimiento” estudiantil, entramos en un terreno analítico que sí está al alcance de cualquiera que se tome el trabajo de pensar un poco. Ahí es cuando saltan, y/o se muestran mediáticamente, los más bajos instintos sociales, los resentimientos más profundos, las derrotas ideológicas, el dichoso enano facho. Ahí ya se trata de una masa de sujetos peligrosos y jóvenes, para peor, que amenaza no se sabe qué, pero amenaza. Gabriel Kessler, sociólogo e investigador del Conicet con muchos años de estudio sobre la “inseguridad”, reflexiona que esa palabra no es sinónimo de ruptura de la ley y, aunque la refiere al delito urbano, cómo no aplicarla al “caso” de los estudiantes. Apunta que muchas veces causa sensación de inseguridad, por ejemplo, el hecho de que haya jóvenes reunidos en la calle, que no están violentando ley alguna. En la materia toma de colegios, por cierto, podría argüirse que sí hay una violentación contra la propiedad pública o el derecho de los demás. ¿Es eso lo que inquieta a los bienpensantes alarmados? No, y no ni por asomo: los enardece que los pibes estén en la calle o movilizados, porque les altera la idea del orden básico que es custodio de sus intereses de clase. O de sus complejos de pequebús patéticos, que no encuentran la manera de que esa sangre juvenil bullente no les devuelva el espejo de su fracaso en la vida; o en su razonamiento sobre la educación. Porque hay algo muy fuerte antes que eso: resulta que todos los adolescentes de este país eran una manga de pelotudos birra-faso-videogame, desentendidos de toda impaciencia política. Y de la noche a la mañana salen de ese debajo de la tierra, y hacen asambleas; y reviven a los centros de estudiantes o ya estaban vivos y coleando y uno permanecía en su frasco; y si se nacionalizara el conflicto el propio gobierno kirchnerista podría perturbarse porque ya no sería, solamente, factura para el macrismo. ¿Dónde estaban estos pendejos? ¿Cómo no los vimos, o percibimos? Por la izquierda, a replantearse las verdades de a puño que se suponían irrebatibles. Y por la derecha, a asustarse."

Fragmento de la columna de opinión de Eduardo Aliverti. Para leer el artículo completo clikear acá.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Cuando tú, mi poesía, lees poesía...

...

el cielo se oscurece con una luz verde,
la gente huye de la orilla del mar
por un presentimiento remoto de tormenta
o de contraste entre los elementos,
se enarbolan chispas en los cables del tranvía,
y un gran silencio cae sobre la ciudad:
es la poesía que se contempla a sí misma.
Lees palabras de un tiempo olvidado,
de un presente que se derrumba sin tregua,
velozmente, en un pasado informe,
lees acerca de un rey y de coronas, jardines y guerras,
tú, que eres la corona de cada imperio
y el jardín del mundo conocido
y la guerra de los sentidos de la naturaleza,
lees: "¿quién profesará mis versos en el futuro
si digo ahora todo lo que vales?".
Y sucede en aquel momento que esos versos,
como una flecha arrojada a los siglos,
llegan un día a quien los inspiró.
Y entonces la oscuridad verde se hace total,
la gente se oculta, abrumada,
y en un silencio, como de terremoto,
se alza la luna sobre los castillos romanos
y todo vira lentamente al azul,
mientras tú, mi poesía, lees poesía.

*El poeta Juan Rodolfo Wilcock nació en 1919, en Buenos Aires, Argentina. Algunas de sus obras son "Paseo sentimental" (1946), "Los hermosos días" (1946 / 1998), "Los traidores" (en colaboración con Silvina Ocampo / 1956 - 1988). Falleció el 16 de marzo de 1978 en Italia.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

"El arte es el lugar de la inminencia"

“Las artes tienen la vocación de pensar desde la descolocación, la transgresión, el inconformismo –explica–; los jóvenes están descolocados y no pueden situarse en el mercado de trabajo. Acceden a más bienes y mensajes que en el pasado, gracias a las nuevas tecnologías, pero les cuesta convertir ese capital educativo tecnológico nuevo en posibilidades de prosperidad. Hay un informe de la Cepal sobre los jóvenes en América latina, publicado hace tres años, que se centra en ese desajuste. Nunca los jóvenes tuvieron mejor nivel educativo en América latina que ahora, nunca tuvieron tantas competencias. Y, sin embargo, nunca tuvieron tantas dificultades para conseguir trabajo y para ser reconocidos. Esto hace del arte y de los comportamientos juveniles lugares más libres, más inestables, inseguros y creativos. Me sirven no sólo para pensar la sociedad en la que vivimos, sino para pensar la necesidad de ser creativos y armar redes por fuera de las institucionalizadas”.



–¿Qué tipo de relatos arman los jóvenes en estas redes?
–Constituyen muchísimos relatos alternativos inestables. Todos compartimos y nos situamos en relación con diferentes narrativas. Lo interesante es que a veces esas discrepancias entre los relatos se ponen en conexión; es lo que pasa con Facebook, que es un strip tease de la intimidad, pero también es usado por las empresas para bucear en la vida privada de sus empleados o de los aspirantes a ocupar un cargo. Un hecho impresionante reciente sucedió en Alemania cuando se reveló quiénes componen algunas de las empresas que están espiando en Facebook. Se descubrió que una de las principales empresas, que trabaja para el Deutsche Bank y la principal cadena de supermercados, está integrada por ex miembros de la Stasi, los servicios de inteligencia de Alemania Oriental. Las redes nos ofrecen posibilidades muy ágiles de comunicación, pero también se están convirtiendo para los 500 millones de usuarios de Facebook en lugares de precariedad, de fragilidad, de vulnerabilidad."

Fragmento de la entrevista al antropólogo Néstor García Canclini publicada hoy en Página/12, a propósito de la presentación de su último libro: "La sociedad sin relato". Ir al texto

martes, 7 de septiembre de 2010

Esta mañana muy temprano...

..., como preludio de un nuevo tiempo, me dejé acompañar en mi viaje a la escuela y, después, en una sencilla mesa de café, por una entrañable novela que hace unos días llegó hasta mis manos por un ser luminoso y ampliamente generoso; no por nada, se llama igual que mi madre. El texto en cuestión no tiene más que ciento sesenta y cinco páginas, entra sin esfuerzo alguno en toda cartera femenina o en la guantera de cualquier automóvil, no genera complicaciones, y su amable letra impresa nos deja disimular miopías y demás cuestiones oculares. 

Pienso en ese alguien a quien recomendarle este texto, Alexis o el recuerdo del inútil combate de Marguerite Yourcenar.

"Sé que hay nombres para todas las enfermedades y aquello de lo que quiero hablarte pasa por ser una enfermedad. Yo mismo lo creí durante mucho tiempo ... La vida, Mónica, es más compleja que todas las definiciones posibles; toda imagen simplificada corre el riesgo de ser grosera. No creas tampoco que apruebo a los poetas por evitar los términos exactos, ya que sólo saben hablar de sus sueños. Hay mucha verdad en los sueños de los poetas, pero no toda la vida está contenido en ellos. La vida es algo más que la poesía, algo más que la fisiología e incluso que la moral en la que he creído tanto tiempo. Es todo eso y es mucho más: es la vida. Es nuestro único bien y nuestra única maldición. Vivimos, Mónica. Cada uno de nosotros tiene su vida particular, única, marcada por todo el pasado sobre el que no tenemos ningún poder y que a su vez nos marca, por poco que sea, todo el porvenir. Nuestra vida. Una vida que sólo a nosotros pertenece, que no viviremos más que una vez y que no estamos seguros de comprender del todo. Y lo que digo aquí sobre una vida "entera", podría decirse en cada momento de ella. Los demás ven nuestra presencia, nuestros ademanes, nuestra manera de formar las palabras con los labios: sólo nosotros podemos ver nuestra vida. Es extraño: la vemos, nos sorprende que sea como es y no podemos hacer nada para cambiarla ... Porque no hay nada más: el mundo sólo existe, para cada uno de nosotros, en la medida en que confine a nuestra vida ... Las palabras sirven a tanta gente, Mónica, que ya no le convienen a nadie; ¿cómo podría un término científico explicar una vida? Ni siquiera explica lo que es un acto; sin embargo, no hay dos hechos idénticos en vidas diferentes, ni quizás a lo largo de una misma vida. Después de todo, los hechos son sencillos; es fácil contarlos; puede que ya los sospeches. Pero aunque lo supieras todo, aún me quedaría explicarme a mí mismo."


sábado, 4 de septiembre de 2010

Hanif Kureishi


"La escritura y la vida no son cosas aparte, aunque pueden estar separadas y, en general, el profesor tiene la tarea de abordar la escritura como una entidad independiente. Sin embargo, con frecuencia, un estudiante utiliza la escritura para meditar sobre su vida, de modo que lo que le muestra al profesor es un problema.

Una mujer decide escribir sobre su madre pero se encuentra abrumada por la pena y los sufrimientos. Sigue adelante, pero se detiene, aterrada de lo que puede querer decir. Al final tiene que decidir si quiere seguir o no con ese tema tan doloroso pero fundamental. Quizá prefiera escribir sobre otra cosa. O tal vez necesite descubrir si es capaz de afrontar ese asunto tan difícil. Y también puede pensar: ¿escribir es una forma de aplacar el terror, o de crearlo? Vemos que en este caso la escritora es el material; el poema es la persona. Son la misma cosa. De aquí se deriva que una de las angustias del escritor es el miedo a lo que sus palabras pueden hacerles a otros y lo que otros pueden hacerle a él si dice lo que piensa, aunque sea de forma ficticia. Como siempre hay ciertas ideas que se prohíben o se frenan en las familias -y en todas las instituciones-, casi todos los adultos, aunque sea de manera inconsciente, tienen miedo de expresar lo que piensan sobre determinados hechos. Temen que les acusen de traición y les castiguen, cosas muy posibles. Por lo tanto, deben preguntarse si van a poder soportarlo. Por otra parte, puede ser que exista una verdad personal concreta y que eso sea lo que el escritor desea revelar por encima de todo, y eso crea un conflicto insoportable que le hace bloquearse. Si un alumno no puede escribir más que monólogos deprimentes al final de los cuales el orador se suicida, uno tiene que preguntarse, no sólo sobre el estado de ánimo del autor, sino también por qué no hay más personajes en la obra, por qué no se oyen otras voces. En el caso del que hablo, era evidente que este alumno -que había estado ingresado en instituciones psiquiátricas en las que le habían hecho poco caso- me estaba mostrando algo que me tenía que tomar en serio y sobre lo que debía reflexionar. Era inquietante, y no me fue fácil ver cómo avanzar. Al final le convencí de que introdujera otros personajes para convertirlo más en una conversación. La verdad es que, al cabo de unas semanas, fue capaz de hacerlo, aunque los suicidios continuaron. Comprendí que, cuando por fin estaba a punto de abordar lo que le era imposible decir, el suicidio era una salida cómoda. Era otra versión del bloqueo del escritor. Pero una vez que sus personajes empezaron a dialogar -y el estudiante vio la importancia de debatir consigo mismo, de abrir su mente-, su obra se desarrolló. Las escenas se alargaron y la gente empezó a hablar. Su obra empezó a ser más accesible para otros. Durante un tiempo, al menos, pareció que el escritor había traspasado parte de su locura a sus personajes. Estaban más enfermos que él. La verdad es que los más sanos no suelen ser los más creativos. Como nos recordó Proust, "todo lo bueno que hay en el mundo procede de neuróticos. Disfrutamos de mil manjares intelectuales, pero no tenemos ni idea del precio que han pagado sus creadores, en noches de insomnio, lágrimas, risa espasmódica, erupciones, asma, epilepsia y el miedo a la muerte, que es peor que todo lo demás". Lo que me tranquilizaba era el entusiasmo de mi alumno, su empeño en el trabajo. Nuestras reuniones le proporcionaban una estructura útil. Creo que, si no hubiera tenido un profesor que le acompañase en el proceso, habría dado penosas vueltas sin fin y se habría aislado cada vez más. Su obra era una de las más extrañas e imaginativas que he leído, muy alejada del realismo romo y los convencionalismos que la mayoría de los estudiantes suelen considerar un trabajo imaginativo."

Fragmento del artículo publicado en el Suplemento Babelia del diairo El País de España. Leer el texto completo aquí

jueves, 2 de septiembre de 2010

¿El que escribe, por qué y sobre qué escribe?


 “Se escribe con la intención y la necesidad de ser leído, aunque únicamente sea por una persona en el mundo. La escritura, como toda palabra, existe para establecer una relación. Pero por eso mismo, compromete el futuro, implica un riesgo y abre una aventura”.

“Escribir es conjugar dos movimientos: el uno orientado hacia el futuro, el otro hacia el pasado; escribir es arrancar el pasado al pasado, buscar en el futuro la fuente del sentido y, retomando las palabras de Benjamin, ‘disipar la pesadilla mítica’ sustituyendo un nacimiento real a los fantasmas de la génesis.”

“La literatura responde al llamado del futuro, del porvenir, no al llamado del pasado”.

“A los intentos intelectuales totalitarios que quisieran ver únicamente en la literatura la expresión del psiquismo individual o de la lucha de clases”. 

“Es necesario abandonar decididamente los anteojos freudianos o marxistas si se quiere entrever algo de las causas y de los fines de la creación literaria”.

“Frente al futuro, el escritor ocupa una posición de espera y tampoco tiene el control. En busca de la inspiración, el escritor es literalmente un personaje en busca de autor. Escritor es una razón social; autor es un destino –compara–. El autor es el doble ideal del escritor. Cuanto más dice ‘yo’, más es doble.”


Declaraciones de Marc Augé en la inauguración de FILBA 

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Quiero una huelga donde vayamos todos...

...Una huelga de brazos, piernas, de cabellos,
una huelga naciendo en cada cuerpo.

Quiero una huelga
de obreros de palomas
de choferes de flores
de técnicos de niños
de médicos de mujeres.

Quiero una huelga grande,
que hasta el amor alcance.
Una huelga donde todo se detenga,
el reloj las fábricas
el plantel los colegios
el bus los hospitales
la carretera los puertos.

Una huelga de ojos, de manos y de besos.
Una huelga donde respirar no sea permitido,
una huelga donde nazca el silencio
para oír los pasos del tirano que se marcha.



Gioconda Belli