viernes, 6 de marzo de 2015

Con "m" de esperanza

Mamá: ahora eres silenciosa como la ropa 
del que no está con nosotros. 
Te miro el borde blanco de los párpados 
y no puedo pensar.

Mamá: quiero olvidar todas las cosas 
en el fondo de una respiración que canta. 
Pasa tus manos grandes por mi nuca 
todos los días para que no vuelva 
la soledad.

Yo sé que en cada rostro se ve el mundo. 
No busques más en las paredes, madre. 
Mira despacio el rostro que tú amas: 
mira mi rostro en cada rostro humano.

He sentido tus manos.
Perdido en el fondo de los seres humanos te he sentido
como tú sentías mis manos antes de nacer.

Mamá: no vuelvas más a ocultarme la tierra. 
Esta es mi condición.
Y mi esperanza.


"Hablo con mi madre" poema de Antonio Gamoneda (España, 1931)

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