sábado, 18 de abril de 2009

De Feria...

Una Feria del Libro devaluada por la crisis

Además, México, Grecia, Pananá y Polonia cancelaron su participación. También se bajaron expositores. En cambio, se espera un público fervoroso. Los que sí vienen.



La Feria del Libro de Buenos Aires es una tradición intelectual en plena madurez que inicia, en unos días, su versión número 35. Como es la costumbre, las puertas se abrirán dos veces: primero el miércoles 22 de abril en la inauguración oficial para las autoridades e invitados especiales, y luego se abrirán el jueves 23, a las 14, para todo el público. Las autoridades y los especiales no pagarán entrada, y el público normal tendrá que pagar 10 pesos, de lunes a jueves, y 13 pesos los viernes, sábados, domingos y festivos. El dato es pertinente. Es que, desde ya, el aspecto económico resulta esencial en esta oportunidad y plantea una interrogante sobre su éxito. La depresión mundial de la economía permite deducir que la Feria también se verá afectada. De hecho, de la docena de escritores extranjeros ilustres que habitualmente participan del encuentro, este año sólo llegarán cinco; es decir, un 60% menos.



Los síntomas más notorios de esta depresión desordenaron el mapa: cuatro países invitados se hicieron a un lado y confirmaron su ausencia. México, el país hispanohablante más grande del planeta, por ende, el país que tiene potencialmente la mayor cantidad de lectores en idioma español, se bajó del evento porque la economía lo tiene golpeado. A México se suman otros tres: Grecia, Panamá y Polonia. Y así ya parece que el planeta de la Feria se presentará incompleto. A esas ausencias internacionales hay que agregar las de tipo local: las provincias de de Chaco y Buenos Aires y la Universidad Católica. Todos adjuntaron estar muy complicados con la crisis global y que no están para cuentos.



Marta Díaz, directora de Ferias de la Fundación el Libro, no parece alterada. Los espacios que dejaron los ausentes fueron emparchados con otros invitados y la Feria no tendrá vacíos. Díaz, inmutable, con un tono de voz automático, recuerda que durante la crisis de 2002, instantes en que muchos apostaban a que la literatura era un bien inútil, la Ferial del Libro fue un éxito rotundo. Ese año, en efecto, la Feria recibió a 1.100.000 personas (es la séptima feria más visitada en su historia). Por eso, Marta Díaz, curtida en 35 versiones, no tiene temor. Pero tampoco habla de cifras. “No sé cuánto fue la inversión este año”, dice guardando los números y los aportes de los 16 patrocinadores oficiales, “pero debió haber sido altísima”.



Sin embargo, aun con la economía desinflada, la Feria se ha organizado con optimismo. El lema, “Pensar con libros”, creado por el comité organizador, apunta a la fortaleza del libro como un instrumento insuperable de reflexión que posee el ser humano. Esa certeza a la que llegó el comité organizador, brazo creativo de la Fundación el Libro, resultó un impulso extraordinario para enfrentar la crisis. El libro puede vencer a la economía. Y con esa fe los organizadores programaron 1.300 actos culturales. Se confirmó la presencia de 1.256 expositores, entre editoriales y países presentes. Y asistirán alrededor de 40 escritores internacionales invitados a los que se sumarán una enorme cantidad de escritores locales.



ESTRELLAS 2009. “Tenemos invitados muy importantes”, dice la directora de la Feria. Y nombró a Juan José Millás, un escritor con muchos devotos en la Argentina y de quien se acaba de publicar en Buenos Aires su último libro de relatos breves (Los objetos nos llaman, Seix Barral). También nombró a Junot Díaz, dominicano-estadounidense, Premio Pulitzer 2008 por su exitosa novela La maravillosa vida breve de Óscar Wao, al filósofo español Fernando Savater y a la premiada escritora estadounidense Annie Proulx, autora de la novela Secreto en la montaña, posteriormente llevada al cine. Después de esas menciones, Marta Díaz toma un respiro y expone la que juzga su mejor carta: “Y, bueno, es un honor que venga a esta Feria el sueco Henning Mankell”. Mankell, escritor que logró prestigio mundial por sus novelas policiales, es la gran estrella de esta edición. Estos invitados se reclutan en base a criterios de la Comisión de Cultura de la Fundación el Libro y luego los gestionan con las editoriales o las embajadas. Los escritores piden pasajes, alojamiento y, los más célebres, piden honorarios.



Este año quisieron traer a Mario Vargas Llosa, pero sus honorarios fueron elevadísimos. Contactaron a Umberto Eco, pero sus honorarios fueron elevadísimos. Contactaron a Murakami y no pudo. Y estuvo a punto de venir el británico Kazuo Ishiguro, pero tuvo un inconveniente a última hora. Un sueño de Marta Díaz es traer a Ishiguro. Otro sueño es traer a Woody Allen a quien han contactado en tres ocasiones.

–Perdone, Marta, ¿pero no siente que faltan más estrellas de primer nivel?–

El éxito de la Feria no tiene que ver con las estrellas que vienen al evento. Ni tampoco con el éxito comercial. Depende de otras cosas: las novedades editoriales, las ofertas y la recepción de la gente. Pero, bueno, hay que pensar que la Feria no es una isla: la crisis ha llegado a todos.


PENSAR CON AHORROS. No vendrán muchas estrellas de primer nivel, pero como la idea es que no se note la pobreza el evento se ha plagado de actividades. Se programaron encuentros de narración oral con el lema “Escuchar, antesala del pensar” (1, 2 y 3 de mayo), la tradicional maratón de lectura (27 de abril), encuentros internacionales de reflexión sobre la democracia llamados, cómo no, “Pensar la democracia”, diez ciclos de lectura, cuatro encuentros analíticos sobre el lenguaje, un festival internacional de poesía (29 al 2 de mayo), espacios infantiles, espacios juveniles, una noche con cierre tardío (1 de mayo) y el anuncio de siete novedades (jornadas de teatro, de microficción, de educación, poesía para adultos, concursos abiertos y un stand de la fundación Ana Frank). En fin, se ha pensado con ahorros: el ingenio quizá pueda suplir la crisis.



Marta Díaz no puede garantizar que este año las visitas del público superen años anteriores (el récord es 2008: 1.240.000 visitantes). Sólo puede garantizar que habrán 44 países invitados, 200 escritores firmando sus libros cada día, o que cada 38 metros el visitante se topará con un nuevo stand. Los acuerdos comerciales son para Frankfurt. Esto, con o sin crisis, es la Feria del Libro de Buenos Aires. Ni más ni menos que la quinta feria más importante del mundo.



Los imperdibles de esta edición

–El sábado 25 de abril, a las 18 horas, Annie Proulx dará una conferencia sobre “Narrativa norteamericana actual”.


–Ese mismo día, a las 20, será la presentación del libro La hermandad de la buena suerte, de Fernando Savater. Participan: Patricia Kolesnikov, Francis Korn y Fernando Savater.


–El domingo 26 de abril se ve interesante: a las 18, Francesco Tonucci dialogará con Mempo Giardinelli. A las 19, Juan José Millás dialogará con el público. Y a las 20.15, se realizará un recital de poesía en el que participará, entre otros, Aitana Alberti (hija de Rafael Alberti).


–El jueves 30 de abril, a las 20.30, debuta la estrella de esta edición: Henning Mankell, que dialogará con el público.


–El sábado 2 de mayo, a las 20, Junot Díaz dará una conferencia sobre La maravillosa vida breve de Óscar Wao.


–El viernes 8 de mayo, a las 20.30, será la presentación del libro Papeles inesperados, de Julio Cortázar. Participarán en una conversación Carlos Álvarez, Martín Kohan y Guillermo Piro.



Visita de editores extranjeros con la mira puesta en Frankfurt 2010
Si bien la Feria de Buenos Aires forma parte del grupo de encuentros de libros en los que se prioriza el contacto con el lector antes que con el editor –la venta directa al público antes que la de los derechos editoriales–, los editor también tienen un lugar protagónico. Más aún si se tiene en cuenta que la versión 2009 del encuentro porteño estará teñida por la preparación de lo que será la Feria del Libro de Frankfurt 2010, cuando la Argentina sea la invitada de honor del encuentro editorial más importante del planeta.


Desde mañana domingo, y hasta el sábado próximo, se llevará a cabo la Semana de Editores de Buenos Aires. Por séptimo año consecutivo la Fundación Teoría y Práctica de las Artes (TyPA) invita a diez editores de distintos países. Gabriela Adamo, la encargada de organizar la convocatoria, explica: “Cada año hacemos un llamado abierto en agosto o septiembre. Entre los postulantes, priorizamos a los empresarios que creemos que pueden traducir libros argentinos en el exterior y nos preocupamos por armar un grupo diverso en el que haya editoriales grandes y pequeñas, editores novatos y experimentados”.


Según Adamo, desde el momento en el que los editores llegan a Buenos Aires “está medio camino hecho” porque, en general, ellos “solo conocen lo que se publica en España”. Una vez aquí, la tarea está focalizada en entusiasmarlos con la literatura argentina: el menú incluye, entre otras cosas, reuniones con críticos, visitas a editoriales, paseos por la Feria y reuniones informales con autores.



Magdalena Faillace, encargada del comité organizador de la participación nacional en Frankfurt, comentó a este diario que aprovecharán la plataforma que brinda la Feria de Buenos Aires. En ese marco, el martes 21 habrá una mesa debate en la que participarán las máximas autoridades de la Feria alemana y para la que se convoca a los editores argentinos. Por otro lado, hay un espacio cedido por la Cámara del Libro para que 30 editoriales independientes repitan la experiencia del año pasado con un stand colectivo que servirá para mostrar sus producciones

(http://30editoriales09.wordpress.com).


Roka Valbuena
Diario Crítica
Edición Sábado 18 de abril de 2009

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