martes, 14 de julio de 2009

Juntos para siempre




"Bebo se fue de Cuba cuando su hijo Chucho tenía 15 años...emigró porque no le gustaba Fidel Castro aunque, entre las razones de tan largo exilio, debe considerarse una del corazón: en 1963, Bebo se enamoró de la sueca Rose Marie Pehrson.La flamante pareja se fue a vivir a Estocolmo..."

"El que se quedó en Cuba desarrolló una carrera signada por la audacia sonora y crítica, tanto en la Isla como en los escenarios internacionales. El que partió, quedó más ligado a ese pasado que lo había visto desarrollar como el gran pianista de un tiempo histórico que la Cuba de Chucho se propuso dejar atrás..."

"Para que un padre y su hijo puedan dialogar fructíferamente se requiere cierta voluntad de ponerse en el lugar del otro. Por eso, Chucho, al que conocemos por su ejecución poderosa y a veces algo desmesurada, ajusta más su estilo, sin sacrificar lo esencial. Y Bebo, rey de la elegancia, se anima a improvisar con más temeridad que la habitual...Pero lo que aquí realmente importa es que dos generaciones del piano cubano decidieron juntarse para siempre."

Sergio Pujol en la Revista Ñ, Año VI. Nº 302. Sábado 11 de julio de 2009.

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