miércoles, 3 de noviembre de 2010

A propósito de Leonardo Martínez, en el Festival de Poesía

Todas ellas madres tías madrinas abuelas
la multitud de primitas
las hermanas que no tuve
mis sobrinas del aire
las novias de la fiebre
la infinita servidumbre de mujeres
todas ellas
hilan y tejen y destejen
trepan a trenes sin destino
y se alojan al borde de la madrugada
en casas ruinosas
donde miran pasar alborotos de la vida
Cumplieron con los preceptos morales
y también con los inmorales
Vivieron de oraciones y novenas
de comida de llanto
de alegrías moribundas
matizadas de sexo mezquino y subrepticio
Están quietas
junto a una pared de sombra
condenadas a dejar pasar la vida
a negarla
ellas
mis viejas diosas

-de libro Asuntos de Familia y otras imposturas, 1997-


FELIPE VAREL MURIÉNDOSE EN NANTOCO
Aquí estoy

con la muerte
apagándome los sueños
callándome la vida
Dejo una heredad de sombras
y gritos comidos por los médanos
un pañuelo para tapar mi rostro
y sangre que vertí para fecundar mi tierra
No debí luchar
ni dar hijos
ni enganchar amigos para la aventura
Fue un sueño hacer la guerra
una poesía el fusil
amor, el llanto y las heridas
el hambre fue esperanza en las vigilias
Las derrotas me dejaron solo
A mis amigos los enterró el viento
y los que sobreviven me olvidaron
en sus infortunios
No ganaron los otros
Ellos también perdieron
No lo saben
Quizás solo lo sepan
cuando se derrumbe el tiempo

-del libro Ojo de Brasa, 1999-

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