sábado, 4 de diciembre de 2010

Una vez más estás en el comienzo de la mañana...

...
herido, insoportable, más débil todavía,
mirando cómo fluye la luz de las cosas,
la clara quietud renaciendo de las sombras.


Una vez más la luz fuera de la ventana
y por dentro sombras apaciguadas y lentas..
La ceniza sobre la mesa, el lomo de los libros
y ese desorden de papeles como de algo
que fue nerviosamente buscado durante la noche.


He tratado de reunir...

He tratado de reunir pacientemente
algunas palabras. De abrazar en el aire
aquello que escapa de mí
a morir entre los dientes del caos.
Por eso no pidan palabras seguras
no pidan tibias y envolventes vainas llevando
en la noche la promesa de una tierra sin páramos.
Hemos vivido entre las cosas que el frío enmudece.
Conocemos esa mudez. Y para quien
se acerque a estos lugares hay un chasquido
de látigo en la noche
y un lomo de caballo que resiste.


Ausencia

A veces
en medio del inútil fragor del día
tu pequeña luz ya apagada parece encenderse
inesperadamente sobre nosotros.
Nadie habla.
Nadie dice nada.
Entre el fragor y tu ausencia se alza
la única luz que nos alumbró.
El centro de nuestra vida
El centro de nuestra vida
es lo que importa
el centro
no la periferia abandonada y estéril
La periferia de nuestra vida
que no pudimos prever
que hicimos
que se hizo
y que va y viene
con nosotros.
El centro oculto de nuestra vida
es lo que vale.


Hay un momento...

Hay un momento
suspendido de la luz.
Es al atardecer
cuando la claridad
tambalea
frente a la penumbra paciente del cielo
y las membranas de la sombra
se extienden como plantas transparentes
y nocturnas.


Los Tuyos


Has llorado, en secreto, a los tuyos.
Lenta, inexorablemente, los has visto partir
alejarse para siempre.
Has sentido, en tu corazón
el desprendimiento de una rama que cae.
Y luego has borrado
las huellas de esas lágrimas,
has contenido en el límite infranqueable
los bordes de tu propio dolor
y lo has devuelto a tu pobre vida,
a los días siguientes, a las horas
para que permanezca allí.
Oculto
como una invisible y constante
cicatriz.


Poemas de Juan Manuel Inchauspe (Santa Fe - Argentina, 1940-1991) En Obra Completa. Edición de Universidad Nacional del Litoral. Colección Bicentenario.


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