lunes, 24 de agosto de 2009

De A para X



Muchas veces, viajar es producto del entuasiasmo. No importa tanto una dónde nos dirigimos, sino la sencilla ceremonia del viaje.

Este se lo debo una Flora K.
Su breve comentario me impulso hacia la librería.

Me interesan los escritores, artistas en general-que sostienen un compromiso vital
con la literatura y el tiempo en el que les tocó vivir. No Puedo Evitar Pensar en Juan Gelman, Eduardo Galeano, Rodolfo Walsh, por Nombrar Algunos referentes.

En un posteo anterior ya hice referencia este delicioso escritor, sin embargo, bien vale Detenerse en el viaje para leer su decir y conquistar DEJARSE. Después, sí, continuaremos el viaje o nos dejaremos llevar por él y el camino.


Les comparto este fragmento: Hondo, simple, amoroso, eterno.

"Mi guapo, mi Soplete, hanadim mi, Ya Nour:

El otro día Andrea me pregunto cómo nos conocimos tú y yo. Y se lo conté. Y ahora quiero contártelo a ti. Pero si quieres, podemos Cambiarlo. El pasado es la única cosa de la que no somos Prisioneros. Podemos hacer con el pasado lo que nos de la gana. Lo que no podemos hacer es cambiar sus Consecuencias. ¿Y si Construimos El pasado juntos? ¿Cuántos años hace? Era verano, en cualquier caso, y hacía mucho calor, tú estabas reparando un camión .(...)
Me habían encargado que te entregara una batería. (...)
Déjala en el suelo, me gritaste en cuanto me viste. (...)
Un parche negro te Cubría el ojo derecho, y en la cara, se te notaba que te dolía.
¿Qué te ha pasado en el ojo?, Te pregunté.
Está inflamado, y tuve que ir al hospital. A veces pasa con esto, me contestaste, .(...) Alzando el Soplete
¿De dónde eres?, Me preguntaste .(...)
Me miraste de arriba abajo y susurraste: gracias.
¿Cuánto tiempo tienes que llevar el parche?, Te pregunté.
¡Hasta que Encuentre oro!, Dijiste.
Luego, viniste hacia mí, sonriendo, y te lo quitaste.
¿Conforme con esta versión?

Aída ".



Y, si no se decidieron por este Emprender un viaje, un Prólogo de modo, la edición se abre con estas palabras de su autor:

Algunas cartas recuperadas por John Berger

El año pasado, Cuando Se Abrio la nueva cárcel de
Alta Seguridad construida en uno de los cerros que se extienden
Hacia el norte de la ciudad de Suse, La Antigua,
emplazada en un edificio del centro, quedó abandonada.
El último ocupante de la celda número 73 de la
Antigua Cárcel había pegado Encima del catre reglamentario
una especie de casilleros hechos con cartones de
Marlboro unidos entre sí sólidamente y fijados a la pared
con cinta adhesiva. En cada casillero cabían varias
Barajas. En tres de ellos se encontraron unos paquetes
de cartas manuscritas.

La única luz natural que entraba en la celda era de la
de un pequeño ventanuco situado circular, inaccesible,
En lo mas alto de uno de los muros. La celda medía dos
por tres metros y medio, y Tenía cuatro metros de altura.
Un corredor largo ventanas con cristales y ENREJADAS
opacos conectaba las celdas de esta ala de la antigua cárcel
con una sala de usos comunes que contaba y Parecía un búnker
con unos infiernillos básicos para cocinar, grifo de las Naciones Unidas, de las Naciones Unidas
televisor, bancos, mesas y una plataforma elevada para los
Armados guardias que vigilaban permanentemente.

El último preso que habito la celda número 73,
Acusado de ser el fundador de una Red Condenado y terrorista
un dos cadenas perpetuas, era conocido con el
Nombre de Xavier. Las cartas encontradas en los casilleros
IBAN DIRIGIDAS a el.

Al leerlas queda claro que no ordenadas Esteban
cronológicamente. Aída, si es éste su verdadero nombre,
Las cartas no fechaba año con el, sólo con el día y el mes.

Es Evidente que la correspondencia se mantuvo Durante
muchos años. Cuando las transcribimos, yo R. y no intentamos
deducir o adivinar su orden cronológico restablecerlo y,
Sino que Decidimos Respetar el orden en el que
Las Tenía Xavier. A veces, en el reverso de las cartas de Aída
(ella nunca escribía en las dos carillas) hay una nota de
Xavier. Aparecen Estas notas Fueron asimismo transcritas y
En este libro en un tipo más silencioso.

Obviamente, Aída Prefirió no hacer referencia en
Sus cartas a su vida de activista política. Sin embargo, sospecho
que de vez en cuando no podia resistirse incluir una
alguna referencia a la Misma. Así interpreto sus observaciones
con Respecto al juego de canasta. Dudo que jugara
una canasta de Los Ángeles. Siguiendo las MISMAS Medidas de prudencia,
Lo más seguro es que cambiara los nombres de tus amigos
más cercanos, Así como los nombres de los lugares. Como
no casados Esteban, Aída nunca Pudo Obtener un permiso
para Visitar a Xavier en la cárcel.

Hay Algunas cartas que Aída no Llego a enviar.
Da la impresión de que empezaba A veces una carta sabiendo
Desde el principio que no la enviaría, en otras
ocasiones, la urgencia de lo que Tenía que contar le Llevaba
a escribir cosas que luego, Pensándolo bien, Decidia
que era mejor guardar para sí.

Cómo llegaron a mi posesión SEE cartas, tanto las
enviadas como las no enviadas, es algo que, de momento,
Debe Mantenerse en secreto, pues poner Podría explicarlo
en peligro un Otras personas.

Las cartas no enviadas el mismo Están escritas en
papel azulado de las enviadas. Las coloque en los paquetes
En los que me parecio que encajaban. Cual Pero cada
Puede cambiarlas según su parecer.

Dondequiera que se encuentren Xavier Aída y hoy,
vivos o muertos, que Dios guarde sus sombras.

J. B.



* La imagen Corresponde a la instalación artística (De I a J) concebida por la arquitecta Benedetta Tagliabue y por Isabel Coixet (directora de la película "Mi vida sin mí") en homenaje a J. Berger. Una prisión lo largo de la exposición, concebida como una / Laberinto, se escuchan las grabaciones de los textos, leídos y Representados por artistas tan diversos como Henning Mankell, Isabelle Huppert o Maria de Medeiros. La exposición se llevo A Cabo en el recién rehabilitado Arte Santa Mònica de Barcelona, Durante el mes de junio.

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